Unos 220 cristianos asirios fueron secuestrados por milicianos del grupo Estado Islámico en el noreste de Siria, donde se registra un éxodo masivo de la población que teme nuevos secuestros por parte de los yihadistas.
“No menos de 220 asirios fueron secuestrados en 11 localidades por el grupo Estado Islámico en los últimos tres días” en la provincia de Hasake, noreste de Siria, fronteriza con Irak y Turquía, anunció este jueves el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). En un balance anterior, el OSDH daba cuenta de 90 cristianos secuestrados por el EI.
Los secuestros provocaron la huida de casi 1.000 familias, o sea unas 5.000 personas, del noreste sirio para refugiarse en las ciudades de Hasake y Qamishli, bajo control de las fuerzas kurdas y gubernamentales, dijo por su parte Osama Edward, director de la Red Asiria de Derechos Humanos con sede en Suecia. “Hay negociaciones a través de mediadores de tribus árabes y una figura de la comunidad asiria para obtener la liberación de los rehenes”, informó este jueves el OSDH.
El grupo Estado Islámico (EI) controla 10 aldeas cristianas de la región de Tall Tamer, al oeste de Hasake, afirmó el OSDH. Osama Edward denunció también el secuestro de 70 a 100 cristianos asirios, “en su mayoría mujeres, niños y ancianos”.
Los secuestrados fueron llevados a Chaddadé, un bastión del Estado Islámico al sur de Hasake, indicó Osama Edward. “El Estados Islámico pierde terreno y tomaron esos rehenes para utilizarlos como escudos humanos”, afirmó Edward, que piensa que intentarán cambiarlos por prisioneros yihadistas en manos de los kurdos.
“Unas 200 familias se refugiaron en Qamishli y van a ser alojadas en viviendas de la ciudad”, dijo por su lado a AFP Jean Tolo, responsable de la organización asiria de ayuda y desarrollo en esa ciudad. “No sé cuántos son exactamente. Desde hace tres días no cesan de afluir. Están desesperados, en una extrema indigencia, lo dejaron todo atrás para venir”, dijo Tolo. Según el OSDH en los combates de los últimos tres días murieron 14 combatientes kurdos y tres asirios, entre ellos una mujer, miembros de la guardia de Jabur, región donde está implantada esa comunidad.
El grupo EI busca vengarse de la ofensiva kurda en la región de Hasake apoyada por bombardeos de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, señaló el OSDH.
El Consejo de Seguridad de la ONU “condenó con firmeza” el secuestro de cristianos, los primeros a gran escala ocurridos en Siria.
“Esos crímenes muestran nuevamente la brutalidad de EI que es responsable de miles de crímenes y violaciones contra la gente de cualquier religión, etnia y nacionalidad”, dijo el Consejo de Seguridad, que reclamó la “liberación inmediata y sin condiciones” de todas las personas secuestradas por el EI pero también por los otros grupos islamistas como el Frente al Nosra, la rama siria de Al Qaeda.
Las acciones del EI, entre ellas las decapitaciones, son “crímenes de lesa humanidad”, dijo la ONU que acusó al grupo de imponer el terror en los territorios que controla.
El grupo suní radical, que sufrió varias derrotas en las últimas semanas en terreno iraquí, lanzó el jueves una “campaña internacional” de apoyo al “califato islámico”, proclamado en junio de 2014 por Abu Bakr al Baghdadi en los territorios que controla en Siria e Irak. “Hermanos, únanse a nosotros en esta campaña y participen en el combate contra las operaciones que los infieles lanzan para detenernos”, exhortó el EI, refiriéndose a los bombardeos aéreos que la coalición inició en septiembre pasado. “Los lobos solitarios no cesarán de matar a cada uno de ustedes”, amenazó el llamado dirigiéndose en particular a los franceses.”Pagarán por haber insultado al profeta Mahoma”, agregó seis semanas después de los atentados de París contra el diario satírico Charlie Hebdo.
El ascenso del grupo Estado Islámico eclipsó el enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales del presidente Bashar al Asad, condenado por varios países occidentales, y la rebelión, que en marzo entra en su quinto año.