Cuba liberará a otros tres presos políticos que viajarán próximamente a España y no se incluyen en el grupo inicial de 52 disidentes que el Gobierno del presidente Raúl Castro se comprometió a excarcelar en un histórico acuerdo con la Iglesia Católica.
La cifra de presos políticos excarcelados desde julio se eleva a 42, dijo el sábado el Arzobispado de La Habana en un comunicado, que no aclara que estos tres presos no forman parte del medio centenar de disidentes condenados en 2003 a penas de entre seis y 28 años de cárcel.
“En continuidad con el proceso de liberación de prisioneros, se informa que otros tres (3) serán excarcelados próximamente”, dijo el sábado el Arzobispado de La Habana en un comunicado.
Los 39 opositores liberados hasta ahora salieron de la prisión en la isla y fueron llevados hasta el aeropuerto para viajar a España junto a sus familiares.
El portavoz de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez, aclaró que ninguno de estos presos se incluyen en el grupo de los 52 que comenzaron a ser liberados en julio tras el pacto entre el Gobierno y la Iglesia.
Sánchez aseguró que de los 13 disidentes que aún están en la cárcel del grupo de los 52, al menos 12 de ellos han manifestado su rechazo a ser liberados a condición de viajar a Madrid.
“Evidentemente ya se ha iniciado hoy una segunda fase en el proceso de excarcelaciones de otros opositores que no pertenecen al grupo de los 52”, dijo por teléfono a Reuters.
Dos de los tres presos políticos que el Arzobispado de La Habana dijo que viajarán a España fueron encarcelados por “piratería e intento de salida ilegal del territorio nacional”, mientras que un tercero resultó condenado por “revelación de secretos concernientes a la Seguridad del Estado y desacato”, dijo Sánchez.
“Tal vez la cifra de presos políticos esté ahora por encima del centenar que pudieran ser beneficiados”, dijo.
Sin embargo, para Amnistía Internacional sólo un preso de conciencia quedaría encarcelado una vez que se complete la liberación de los 52 condenados en marzo del 2003.
Las escarcelaciones de disidentes han sido aplaudidas por Estados Unidos y la Unión Europea, entre otras organizaciones que habían criticado duramente a Cuba tras la muerte en febrero del preso político en huelga de hambre Orlando Zapata.
El cardenal Jaime Ortega, interlocutor del presidente Raúl Castro en el histórico pacto para liberar a los opositores, dijo la semana pasada que la Iglesia estaba mediando para conseguir más excarcelaciones de presos políticos tras concluir el proceso de los 52.
“Parece que hay voluntad de excarcelar a no sólo presos del grupo de los 52. Esto es válido y muy bueno (…)”, dijo Berta Soler, del Grupo de las Damas de Blanco, cuyo esposo Angel Moya es uno de los 12 opositores que ha rechazado ser excarcelado a condición de salir del país.
Castro dijo en agosto durante un discurso ante el Parlamento que ninguno de los disidentes fue condenado por sus ideas.
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