500 años de historia darán la bienvenida a Francisco en Catedral. Al menos 50 campaneros participarán en la histórica labor de darle voz a las campanas de la Catedral Metropolitana, para recibir al Papa Francisco el 13 de febrero.
Y es que si hay algo tan emblemático que pueda plasmar la alegría de la Iglesia en sus diferentes celebraciones, es el sonido de las campanas, tal y como lo comparte el diácono Ramón Parral, Campanero Mayor de la Catedral.
Con 20 años al servicio de este recinto, revela que las dos torres de la Catedral alberga actualmente 35 campanas, de las cuales serán 25 las que hagan el denominado “Toque Francisco”, compuesto especialmente para esta ocasión.
¿Por qué tocarán 50 campaneros para solo 25 campanas?
Porque la composición especial denominada “Toque Francisco” consistirá en un repique muy solemne y constante que durará bastante tiempo.
“Estamos hablando de que desde su llegada al aeropuerto comenzaremos a hacer un toque de campanas, el cual podría durar hasta dos horas en lo que el Papa se traslada a la Nunciatura Apostólica”, explica.
Posteriormente, cuando el jefe de la Iglesia Católica se encamine a la Catedral Metropolitana e ingrese por la calle 20 de Noviembre, comenzaran el “Toque Francisco”, lo cual será una labor constante que requerirá de relevos, ya que tocar campanas “no es cualquier cosa”.
Y es que en efecto, de las 25 campanas que interpretarán este toque se encuentra la Campana Mayor, llamada Santa María de Guadalupe, de 13 toneladas y la cual se ubica en el campanario poniente.
Echar las campanas al vuelo no es lo mismo que hacer un toque solemne en el que el campanero tiene que llevar un ritmo y compás, junto con las demás campanas y en un tiempo constante, por lo que será necesario hacer relevos, explica.
Ser campanero de la Catedral, comparte Parral, implica una formación especial, además de contar con una excelente salud, ya que tan solo el hecho de subir al campanario más de tres veces al día y luego tocar las campanas requiere de excelente condición física.
¿Y por qué sólo 25 de las 35 campanas tocarán?
– “De las 35 campanas, 10 están rajadas y ya no es recomendable tocarlas”.
Y es que, por increíble que parezca, las campanas que se albergan en el campanario de tan icónico recinto son aún más antiguas que la misma Catedral, pues entre ellas se encuentran las que fueron elaboradas para la primera Catedral Metropolitana hace más de 500 años.
Tras subir por lo menos 60 escalones de piedra de la torre oriente Parral muestra a la que fue por muchos años la Campana Mayor y que no es otra que la campana Santa María de la Asunción, conocida como “Doña María”, de siete toneladas de peso y que data de 1578.
Acompañada de la campana San José, conocida como “La Ronca” por su sonido grave, de más de cuatro toneladas y que también data de ese año; así como de la campana Nuestra Señora de los Ángeles, de tres toneladas y fechada en 1616, son una ventana al pasado y vestigio de lo que fue la primera Catedral Metropolitana.
En total, comenta Parral, son ocho las campanas que datan de esa época, aunque también tenemos otras campanas posteriores que por su antigüedad e historia son un ícono de la Catedral.
Ante la pregunta de si habría posibilidad de arreglar las campanas rajadas, el diácono aclara que una campana de más de 100 años no puede ser reparada, tanto por el peso histórico que ya guarda como por el riesgo de que ya no quede y suene igual.
En todo caso se está viendo la posibilidad de hacer réplicas de las campanas dañadas para luego colocarlas en el lugar donde se encuentran las originales y bajar las campanas rajadas.
La intención, dijo, es crear museo que podría levantarse en el atrio en donde se explicaría la historia de cada campana bajada, “pero eso es un proyecto que todavía estamos revisando”.
Al mirar alrededor, se observan muchos vanos (huecos o marcos donde no hay campanas) a lo que el campanero explica que cada torre estaba proyectada para tener 45 campanas para dar un total de 90.
Sin embargo, con el paso del tiempo y el hundimiento de la ciudad, la Catedral comenzó a tener problemas y su estructura tuvo una inclinación irregular que la llevó a esta en riesgo de partirse por la mitad hace algunos años.
Por ello, tras haberse controlado este problema se determinó que ya no sería recomendable subir más campanas, proceso que históricamente se ha llevado de forma pausada a lo largo de 300 a 500 años.
Aun así, las 25 campanas que aún cuentan con voz, son más que suficientes para alegrar y enmarcar los diferentes rituales litúrgicos de Catedral.
En total, en la Catedral existen tres tipos de campana: las fijas, las cuales requieren de una cuerda para mover el badajo para tocarlas; las de esquila, que giran 360 grados para tocar, y las de martillo, utilizadas para interpretar melodías.
Así, de todas las campanas, las que darán la bienvenida al Papa Francisco serán las 25 que están en mejores condiciones y entre las que están desde la más antigua, “Doña María”, hasta la más grande, “Santa María de Guadalupe”.