Siete países latinoamericanos se unieron a México para acudir a los tribunales en Estados Unidos y apoyar una demanda civil contra la nueva ley migratoria de Arizona.
Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay y Perú presentaron mociones independientes, aunque muy similares en su contenido, para apoyar el argumento legal de México que respalda la demanda interpuesta por grupos en pro de los derechos civiles a nivel federal y otras organizaciones de activistas.
Un juez federal recibió formalmente la demanda de México el 1 de julio pero no se pronunció de forma inmediata sobre las otras mociones, presentadas la semana pasada.
México afirma que busca defender los derechos de sus ciudadanos y que la ley podría derivar en arrestos en base a las características raciales de los inmigrantes, así como obstaculizar el turismo y el comercio.
Otro de los puntos que argumenta es que la legislación podría ser negativa para las operaciones contra el tráfico de drogas y la violencia relacionada con este delito.
El gobierno de Paraguay anunció su apoyo a México en su postura contra la ley migratoria SB1070 de Arizona por considerarla ‘altamente discriminatoria’ y ‘violatoria de los derechos humanos’, informó una fuente de la cancillería.
Un funcionario de la dependencia dijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la embajada paraguaya en Estados Unidos, efectuará en Washington la presentación formal del apoyo del gobierno de Fernando Lugo a la posición mexicana.
Según el portavoz, la posición de Paraguay se suma al apoyo otorgado por otras naciones latinoamericanas a la iniciativa de México, que ha interpuesto un recurso con el objeto de que la normativa sea declarada inconstitucional por la justicia estadounidense.