Al Distrito Federal le quedan nueve áreas naturales. La urbanización le ganó finalmente espacio a la flora y fauna representativas del Valle de México. Bosques, parques urbanos y nacionales, zonas protegidas y suelos de conservación sucumbieron tras décadas de crecimiento desmedido de la mancha urbana.
“Hemos venido perdiendo a través del crecimiento de la mancha urbana sitios que hace más de 150 años estaban intactos. Desafortunadamente ya sólo nos quedan pequeños espacios que como el Desierto de los Leones, las Cumbres del Ajusco se han venido conservando”, admitió Luis Fueyo Mac Donald, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
Lamentó que otras zonas ecológicas no se hayan cuidado lo suficiente y ahora estén completamente dañadas. Y como ejemplo puso los casos del cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa y el cerro del Tepeyac que forma parte de la Sierra de Guadalupe cuyos valores ambientales “ya se perdieron”.
“Es lamentable que no hayamos con anticipación, quizá décadas antes, haber puesto atención y haber logrado frenar lo que es la mancha urbana y haber evitado lo que hoy ya es un proceso irreversible”, dijo Fueyo.
Agregó que “los instrumentos legales que existen son suficientes. Lo que debemos hacer es hacerlos cumplir. Que ante cualquier invasión estemos preparados para sacar a la gente y que estos terrenos sean respetados”.
Adelantó que algunas de las áreas naturales protegidas que están bajo resguardo del gobierno federal, serán transferidas bajo la potestad del GDF a través de un convenio de colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente local. “Estamos trabajando los convenios y antes de noviembre ya se tendrán listos los instrumentos jurídicos”