Nuestras inquietantes sinapsis, ¿Qué haríamos sin ellas?, ese sexto sentido que nos permite estar al borde del llanto por la angustia que nos paraliza o que nos indica, que debemos huir, retroceder o alistarnos para defendernos.
Se llama miedo.
Metus, en latín pero que la RAE (Real Academia de la lengua Española) define como Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario en una primera acepción, creo Yo la mas coherente.
Es curioso ver como nacemos con un instinto primario, el de la conservación de la vida, que nos permite continuar hoy, aun en día, con la posibilidad de leer este escrito, pero que de acuerdo a nuestro bagaje cultural, a través de los años, necesitamos ir reforzando, ya no tanto por el hambre o la necesidad de vestir, sino por seguridad.
La mayoría de los miedos, tienen una base racional, se disparan por situaciones normales y comprensibles, en el plano de las fobias, todo cambia, pero no vamos hoy hacia allá, sino mas bien, vamos hacia este lado, donde el camino se torna brumoso y la neblina sobre el mismo no permite ver mas allá de nuestra mano, donde la vista, aunque sea el sentido del cual mas dependemos, no sirva.
Comenzamos a andar, y oímos ruidos distantes, incomprensibles aunque si somos demasiado racionales, les encontraremos comparativos, menos al del grito desgarrador, porque eso evoca un lazo con la vida como la conocemos, antropocéntrica, real, ¿Qué pasaría?, así que comenzamos a andar mas rápido, volteamos atrás pero como dije, la neblina es muy cerrada, de momento, unas cadenas que se arrastran no tan lejos, nos hacen detenernos y pasar saliva, algo en nuestra cabeza nos dice ¡Huye! mientras las manos sudan y se van cerrando hasta quedarse en puños, listos a defendernos, algo como pisadas, nos dispara una señal, es el momento en que en una fracción de segundo, decidimos, huir o pelear.
Y mas allá de lo que acabo de describir que todos, en alguna ocasión hemos vivido (bueno, al menos los que entramos a la casa de los sustos en la feria o parque de diversiones (que según dice una persona muy cercana a mi, su nombre es de diversiones, pero debería ser parque de martirizaciones que nos agrade mas en nuestra localidad) por alguna atracción en una feria o la leyenda contada en algún momento que creemos hayamos vivido o una pesadilla, es producto de una precarga en nuestra cabeza.
Es día de brujas, ¿Quién no ha visto fantasmas?, ¿oído a la llorona?, ¿escuchado al chaneque?, ¿sentido un vampiro? O hasta quizá, ¿deseado ser bruja? o que se Yo, de acuerdo a la zona geográfica del mundo en donde habiten.
Y es que esa información precargada muchas veces viene de nuestro propio entorno, nosotros no sabríamos mas allá del primigenio alerta ante lo desconocido, que unas cadenas quizá son un alma en pena o que el grito desgarrador es la muerte de alguien o que unas pisadas sean de alguien que nos hará daño.
Nos precargamos esa información, viendo películas de terror, escuchando los cuentos de niños en estas fechas o quizá, cuestión para infundirnos miedo, porque el miedo a mi personal punto de vista es algo con lo cual NO nacemos como tal.
Habiendo hablado con un gran Maestro que tuve, llegamos a la conclusión de que nos gustaría quizá que el mal existiera como tal y sus seres maléficos y horrorosos sean tan verdaderos que existiesen para así, redimirnos de nuestras culpas o malos actos, pensando que la mentira o la relación extramarital, el aborto o que se Yo, no pagar a tiempo los impuestos; fueran faltas que si bien, señalables, no tan malas como las que hicieron esos seres del averno o almas en pena.
Es noche de brujas, para quien guste la serie que hice hace un año, hoy hable de la Historia de la noche de brujas, pero no me alegraba la idea de repetir el post, lo que si puedo decir, es que en años he deseado ver un fantasma, un alma detenida en este plano, no se, ¿Cómo le llaman ustedes?, he estado en panteones y depósitos de cadáveres, escuelas y caminos malditos y jamás, mas allá de palabras, he sabido algo mas, por eso ha estas alturas del partido, lo digo sin preocupación, hay que temerle mas a los vivos (miren a Bush) que a los muertos.
Pero al menos, en la mayoría del Mundo la fecha de hoy es mas bien de fiesta, así que hace un año la serie muerte hablo de forma muy seria sobre estos fenómenos, hoy, dejo una pieza musical espero les guste, que mañana, que mañana será otro tema.