La guerra en el norte de Mali afectó gravemente a uno de los principales sectores de la ya débil economía local: el turismo. Hasta hace no muchos años eran numerosos los turistas que visitaban las ciudades de Mopti, Tombuctú y Gao, lugares ricos en historia y con atractivos naturales únicos en el mundo. La población autóctona sobrevivía gracias a actividades relacionadas con el turismo, que hoy es inexistente.