Luego de que ayer el Congreso de la Unión aprobó la reforma para la compra de medicinas y equipos médicos en el extranjero, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la decisión y afirmó que con ello se resolverá el problema de desabasto de medicamentos.
¿Pero hay algo que celebrar?
En conferencia en Palacio Nacional, el mandatario destacó que con las modificaciones a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público beneficiará al país para subsanar la problemática de la falta de medicinas, así como para acabar con un monopolio en la materia.
Lo cierto es que la adquisición de medicamentos en el extranjero no será con los criterios de la NOM (norma oficial mexicana) sino del país donde se venden estos medicamentos, López Obrador no ha dicho que países como India y Rusia por citar algunos, están interesados en traer sus patentes a México, algo que no es lo mejor.
En materia de tratamientos de cáncer, los medicamentos líderes en el mercado eran los que se venían dando a los niños con este mal, pues ahora ante el desabasto lo que se busca son mejores precios, sacrificando la calidad de los insumos con los cuales se hacen los medicamentos para los tratamientos.
Es decir, van a traer genéricos o quizá similares, pero que sabemos no tienen el mismo resultado que los medicamentos de patente; para decirlo como es, López Obrador va a traer medicamentos no buenos, no los mejores, no los que se necesitan, traerá lo que alcance y sin remordimiento en la conciencia ya que de nada a eso, pues… pero eso sí, los afectados serán millones de mexicanos que necesitan les surtan sus recetas en el sector salud.