Un presunto jefe operativo del cartel de La Familia, señalado como la persona que ordenó los ataques a policías federales en el estado occidental de Michoacán en una inédita contraofensiva del narcotráfico, propuso un pacto al gobierno federal, que de inmediato lo rechazó y advirtió que continuará su combate al crimen organizado.
“El gobierno federal no dialoga, no pacta, ni negociará jamás con organización delictiva alguna”, dijo el miércoles el secretario de Gobernación (ministro del interior), Fernando Gómez Mont, unas horas después de la propuesta hecha en una televisora local de Michoacán por un hombre que se identificó como Servando Gómez, alias “La Tuta” e identificado como responsable operativo de La Familia.
En una inusual llamada telefónica a un programa noticioso de CB Televisión Michoacán, el presunto jefe de La Familia dijo que su grupo respeta al presidente Felipe Calderón, pero que ha decidido arremeter contra la Policía Federal en respuesta a lo que consideró ataques a familiares y a personas inocentes.
“Ellos vienen y fabrican culpables, se están llevando gente inocente en todo el estado de Michoacán, se llevan gente inocente y están haciendo lo indebido”, dijo el hombre, cuya identidad no ha sido corroborada y quien rechazó cualquier nexo con alguno de los presidentes municipales detenidos recientemente por presuntamente proteger a La Familia.
El hombre incluso aseguró que es inocente Julio César Godoy Toscano, diputado electo y medio hermano del gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, acusado de ser uno de los responsables de tejer redes de protección oficial para La Familia e integrante de la estructura operativa de Gómez.
“Nosotros lo que queremos es paz y tranquilidad, sabemos que somos un mal necesario… esto nunca se va a acabar; queremos llegar a un consenso, queremos llegar a un pacto nacional, no sé de qué manera, pero tenemos que lograrlo”, dijo el presunto operador de uno de los carteles más violentos del país.
En un mensaje a la prensa, el secretario de Gobernación señaló que los grupos delictivos están integrados por “criminales cobardes y sin escrúpulos” que sólo agreden a las familias y al país.
“Por más que pretendan enmascarar con todo tipo de explicaciones sus acciones, estos grupos no tienen más verdad que lo que extorsionan, amenazan, secuestran, torturan y asesinan sin escrúpulos, lo mismo a ciudadanos que a agentes del orden”, dijo.
Añadió que los grupos criminales “deben tener claro que la ofensiva del Estado va a continuar”.
El hombre autoidentificado como “La Tuta” también acusó al secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García, de tener vínculos con los grupos de los “Zetas” y de los hermanos Beltrán Leyva, organizaciones del narcotráfico rivales de La Familia.
Dijo que La Familia respeta al ejército y a la armada, y que no son enemigos del presidente Calderón.
“Queremos que el señor presidente de la República, el señor Felipe Calderón, sepa que no somos sus enemigos, nosotros lo estimamos al señor, somos personas conscientes, sabemos que nuestro trabajo es mal visto por la sociedad”, añadió un hombre que describió a La Familia como un grupo que surgió para defender a sus familias y que tiene códigos internos para castigar a sus miembros que incurren en violación, secuestro o robo.
En tanto, la embajada de los Estados Unidos recomiendó a los ciudadanos estadounidenses que residan o se encuentren viajando dentro del estado de Michoacán estén al tanto de la recordó a los ciudadanos estadounidenses sobre la Alerta para Viajeros a México emitida el 20 de febrero de 2009.
Michoacán, el estado natal de Calderón y donde inició su ofensiva contra el narcotráfico al asumir el poder en diciembre de 2006, es el bastión del cartel de La Familia que ha reaccionado con virulencia contra las fuerzas federales.
La contraofensiva se recrudeció el sábado, tras la detención de Arnoldo Rueda Medina, alias “La Minsa”, considerado “coordinador de coordinadores” del cartel.
De inmediato el lugar de “La Minsa” fue ocupado por Servando Gómez, quien según las autoridades ordenó atacar y matar policías federales.
Desde el fin de semana, y en por lo menos una docena de ataques, han muerto al menos 18 policías federales, incluidos 12 que fueron torturados y apilados al lado de una carretera.
Calderón ha asegurado que los asesinatos no detendrán su lucha contra los carteles