El fenómeno de las mantas o mensajes que ponen los criminales en los cuerpos o escenas del crimen con “declaraciones” o “denuncias” lo único que muestra es un trabajo de inteligencia.
No es nuevo, a mas de uno nos ha llamado poderosamente la atención el que nos enteremos sobre deserciones del ejercito o corporaciones policiacas por parte de elementos que simplemente, son o amedrentados por el crimen o comprados por salarios.
La antigua pero efectiva propuesta “pp”, “plata o plomo”.
Pero los mensajes que van dirigidos contra funcionarios, medios de comunicación, policías, mandos del ejército y demás, no es para dar “pistas” de investigación, sino buscan ganar simpatías y crear confusiones entre la gente mostrando que los malos no son tan malos al tener una “justificación”.
El ciudadano promedio que no sabe de cuestiones policiacas y de seguridad, no reflexiona sobre el contenido del mensaje haciendo que las letras que estén ahí, puedan impresionar y sean reproducidas de boca en boca buscando el sembrar una semilla de anarquía.
Quien haya comenzado con ellas, sabe (o sabia, no conozco criminal de estos calibres que muera de viejo) bien que pretendía ya que en varias localidades, son tolerados los criminales.