Durante el fin de semana, un comando armado entró al famoso restaurante de Barbacoa Santiago, en el municipio de San Juan del Río, para matar a tiros al dueño del lugar, José Santiago Barrera, supuestamente porque se había negado a pagar derecho de piso; por lo que las fiscalías de Querétaro e Hidalgo trabajan de manera coordinada para esclarecer los hechos.
Aunque por años los gobiernos de ese estado, incluido el actual a cargo del panista Mauricio Kuri, se han negado a aceptar la presencia y operación de la delincuencia organizada, la realidad es que la propia Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ha ubicado a Querétaro como un sitio en el que los capos del crimen se van inmiscuyendo en varios sectores productivos y establecen sus domicilios, según documentos revelados tras el hackeo de Guacamaya.
De acuerdo con un documento titulado “Estudio de las actividades de la Delincuencia Organizada en el Estado de Querétaro”, en esa entidad existen células afines al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), mismas que se disputan el control del narcomenudeo.
Asimismo, se da cuenta de tres organizaciones criminales más que se han buscado establecer en esa zona: el Cártel del Pacífico, los Caballeros Templarios y una organización estatal identificada como “Los Hades”.
Los reportes de inteligencia detallan que las mencionadas organizaciones criminales mantienen una disputa por el control de las actividades criminales en los municipios de San Juan del Río –donde ocurrió el asesinato–, El Marqués, Santiago de Querétaro, Ezequiel Montes, Tequisquiapan, Corregidora y Amealco.