La presidenta electa ha colocado, en el documento que puede considerarse como el rector de su gobierno, dos palabras que indican un cambio de rumbo de la política energética, esa que durante el sexenio obradorista se ha enfocado por encima de todo en los combustibles fósiles y en el rescate a la estatal Pemex. Claudia Sheinbaum, que ha buscado colocar su carácter científico como parte de sus principales banderas, ha situado las palabras “desarrollo sostenible” después de “soberanía energética”, un término que ha caracterizado al gobierno de López Obrador.
Dentro del documento 100 pasos para la Transformación, la morenista ha incluído un capítulo denominado “Soberanía energética para la transición energética”. Estas últimas dos palabras implican todo y nada a la vez, dicen los analistas. Indican un cambio de rumbo de la política que se ha enfocado en el sector fósil, pero también habla de una visión política que podría interponerse a la puesta en marcha de las energías renovables, uno de los principales puntos que Sheinbaum Pardo ha añadido a su discurso y que queda asentado en el documento.