Un estudio realizado por científicos italianos y publicado en la revista JACC CardioOncology revela que la dieta mediterránea puede contribuir significativamente a la longevidad de los pacientes diagnosticados con cáncer. Durante más de 13 años, los investigadores siguieron a 800 adultos con la enfermedad, encontrando resultados prometedores.
La dieta mediterránea, conocida por su énfasis en alimentos ricos en antioxidantes como frutas, verduras y aceite de oliva, ya se reconocía por su papel preventivo en ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, este estudio sugiere que también puede beneficiar a aquellos que ya han sido diagnosticados.
Los hallazgos indican que los pacientes que siguieron la dieta mediterránea experimentaron un riesgo de mortalidad un 32% menor en comparación con aquellos que no adoptaron estos hábitos alimenticios. Además, la mortalidad cardiovascular se redujo en un impresionante 60% en este grupo.
Maria Benedetta Donati, una de las autoras del estudio, señaló que estos datos respaldan la hipótesis de que tanto los tumores como las enfermedades cardiovasculares comparten mecanismos moleculares comunes.
Es importante destacar que, aunque los resultados son prometedores, el estudio tiene limitaciones al ser observacional. No establece causalidad directa y podría haber factores de confusión residual. Además, existe un riesgo de sesgo de supervivencia, ya que los participantes ya habían sobrevivido en promedio 9 años al inicio del estudio.
A pesar de estas limitaciones, el estudio subraya el potencial beneficio de la dieta mediterránea en la mejora de la supervivencia y la salud cardiovascular de los pacientes con cáncer.