Ciudad de México, 06 de enero de 2025. Reconocida mundialmente como un epicentro de arte
contemporáneo, la Ciudad de México sigue siendo un imán para artistas, coleccionistas y amantes
del arte de todo el mundo. En este vibrante escenario, Casona Roma Norte se posiciona como un
referente único que combina arquitectura histórica, diseño vanguardista y una destacada colección
de arte contemporáneo.
Ubicada en el corazón de la colonia Roma, una de las zonas más emblemáticas de la ciudad,
Casona Roma Norte brilla con su imponente fachada centenaria, reconocida como Monumento
Artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Esta joya arquitectónica, con detalles Art
Nouveau y diseño ecléctico, ha sido restaurada con maestría para convertirse en un espacio que
celebra el pasado mientras abraza lo contemporáneo.
Arte en cada rincón
El diseño interior, a cargo de Simple Arquitectura, complementa el espíritu histórico del edificio con
una visión cosmopolita. Las obras de arte que embellecen sus espacios crean un diálogo vibrante
entre el entorno y la creatividad contemporánea.
● Mural central de James Bullough: Esta obra de gran formato, creada por el reconocido
muralista, domina el corazón de la Casona, reflejando una fusión entre lo figurativo y lo
abstracto.
Fotografías de Santiago Arau: En cada habitación de este hotel boutique, sus capturas
únicas de la Ciudad de México ofrecen a los huéspedes una experiencia visual que conecta
con la esencia de la capital.
● Collages de María Rec: En la recepción, sus piezas dinámicas y modernas dan la
bienvenida con un toque vibrante.
● Obras de Carolina Barrios y Ana Valdés: En los pasillos, estas artistas aportan profundidad
y calidez. Carolina Barrios combina lo realista onírico, mientras Ana Valdés explora formas
abstractas que llenan de sofisticación al ambiente.
Casona Roma Norte no es solo un lugar para hospedarse; es un destino en sí mismo, donde el arte,
la historia y el diseño se entrelazan para crear una experiencia única. Cada rincón cuenta una
historia, cada pieza de arte evoca una emoción, y cada detalle arquitectónico transporta a los
visitantes a una época de esplendor que convive armoniosamente con el presente.
