represión a manifestaciones estudiantiles y la falta de respuesta a demandas sociales.
La confrontación entre Zedillo y Sheinbaum ha generado una polarización en la opinión pública mexicana, con simpatizantes de ambos bandos defendiendo a sus respectivos líderes. Mientras que unos apoyan las denuncias de Zedillo sobre el autoritarismo del gobierno actual, otros critican la gestión del expresidente durante su mandato.
En medio de esta guerra de acusaciones, la sociedad mexicana se encuentra dividida y confundida sobre quién tiene la razón en esta confrontación política. Lo cierto es que esta querella pone en evidencia las diferencias ideológicas y políticas que persisten en el país, así como la necesidad de un debate honesto y constructivo sobre el pasado y presente de México.