), hubo deficiencias en la supervisión y control de los vehículos, lo que generó riesgos en la seguridad de la operación. Además, se encontraron irregularidades en la contratación de chóferes, con falta de documentación y análisis de la capacidad de los conductores.
Ante estos hallazgos, la ASF recomendó a Pemex y a la Seden implementar medidas para mejorar la gestión administrativa y operativa en la distribución de combustible, así como fortalecer los controles internos y la supervisión de las actividades. Sin embargo, hasta la fecha no se ha dado a conocer si se han tomado acciones para corregir estas deficiencias.
En resumen, la Auditoría Superior de la Federación encontró que la estrategia implementada por el gobierno federal en 2019 para garantizar el abasto de combustible no fue eficaz ni eficiente, debido a problemas de logística y gestión por parte de Pemex. Es importante que se tomen medidas para mejorar la distribución de combustible y garantizar un suministro constante en México.