El Gran Premio de México 2025 dejó una postal insólita en el mundo del automovilismo: Lando Norris, piloto británico de McLaren, conquistó el circuito del Autódromo Hermanos Rodríguez, pero su triunfo estuvo marcado por un ambiente tenso.
El público, que abarrotó las gradas con más de 120 000 asistentes, abucheó al vencedor durante la ceremonia del podio y también lo había hecho un día antes, tras lograr la pole position en la clasificación.
Un triunfo empañado por el descontento
La edición número 20 del campeonato mundial de Fórmula 1 (F1) en México prometía emociones dentro y fuera de la pista. Lando Norris, de 25 años, logró una actuación impecable: mantuvo el control de la carrera desde las primeras vueltas y resistió los embates de sus rivales con ritmo constante y estrategia precisa.
Sin embargo, al cruzar la línea de meta y levantar el trofeo, los aplausos se mezclaron con una fuerte ola de silbidos que sorprendió incluso a los comentaristas internacionales.
Norris había sido objeto de críticas por parte de un sector de la afición mexicana, que esperaba una actuación destacada de los pilotos latinoamericanos, especialmente del mexicano Sergio “Checo” Pérez, de Red Bull Racing.
El ambiente, ya cargado de rivalidad y expectativas, se volvió hostil hacia el británico, quien optó por no reaccionar y mantener una actitud discreta durante la premiación.
“Estoy agradecido por la carrera, por el equipo y por el esfuerzo de todos. Entiendo las emociones del público y respeto su pasión”, declaró Norris al finalizar la competencia, evitando entrar en polémica.
Sexta victoria de la temporada
Pese a la polémica, el triunfo del piloto británico marcó un momento importante en su carrera: su sexta victoria de la temporada 2025, tras una sequía de seis carreras sin subir al primer lugar del podio.
Antes del Gran Premio de México, Norris había ganado en Australia, Mónaco, Austria, Gran Bretaña y Hungría. Su desempeño lo mantiene como uno de los pilotos más regulares del campeonato y consolida el renacimiento competitivo de McLaren, que ha logrado reposicionarse entre las escuderías de élite.
La victoria en México fue particularmente simbólica, no solo por el escenario y la presión mediática, sino porque rompió una racha de dominio de Red Bull y Ferrari en los últimos grandes premios.
McLaren, de regreso a la pelea
El trabajo técnico del equipo McLaren ha sido clave para el desempeño del británico.
Su monoplaza, el MCL60, ha mostrado mejoras aerodinámicas y una estrategia más eficiente en el manejo de neumáticos.
Durante las prácticas y clasificación del fin de semana, Norris logró tiempos consistentes que confirmaron su adaptación al trazado del Hermanos Rodríguez, caracterizado por su altitud y rectas rápidas.
La escudería británica ha apostado por una combinación de innovación tecnológica y estabilidad en su alineación.
Mientras otros equipos experimentan con cambios de pilotos y estrategias agresivas, McLaren ha consolidado un modelo de continuidad que empieza a dar frutos.
El propio Andrea Stella, director del equipo, celebró la victoria y lamentó los abucheos:
“Lando hizo un trabajo extraordinario. Entendemos que las pasiones en México son intensas, pero nuestro enfoque está en la pista. Este triunfo es resultado del trabajo de todo el equipo.”
Reacción en redes sociales
La situación no pasó desapercibida para los aficionados en redes sociales.
El nombre de “Lando Norris” se convirtió en tendencia global minutos después de la premiación, con miles de publicaciones que debatían el comportamiento del público mexicano.
Mientras algunos usuarios defendieron la emoción y la identidad nacional como parte del folclore deportivo, otros criticaron el exceso de abucheos hacia un piloto que solo cumplió con su trabajo y se mostró respetuoso en todo momento.
Diversos analistas del deporte motor señalaron que los abucheos son una práctica común en escenarios donde el público se vuelca en favor de sus ídolos, pero recordaron que la F1 es un deporte de competencia global que exige respeto hacia todos los contendientes.
El valor del respeto en el deporte
El Gran Premio de México ha sido reconocido durante años como uno de los eventos más coloridos y apasionados del calendario de la Fórmula 1.
La energía del público, la organización y el ambiente de fiesta han convertido al Autódromo Hermanos Rodríguez en un referente mundial.
Sin embargo, la edición 2025 dejó una reflexión importante: el límite entre la pasión y la falta de respeto.
La afición mexicana, famosa por su entusiasmo y calidez, fue objeto de críticas de parte de algunos medios internacionales que calificaron la reacción como “innecesaria”.
“El respeto entre competidores y fanáticos es lo que distingue a la Fórmula 1 como un deporte de élite”, escribió el periodista británico Joe Saward en su columna posterior a la carrera.
Pese al incidente, tanto la FIA como los organizadores del Gran Premio confirmaron que no hubo incidentes mayores ni alteraciones de seguridad durante el evento.
Una lección más allá del podio
Lando Norris se despidió de México con su característica serenidad.
Mientras otros pilotos se habrían sentido ofendidos, él prefirió enfocarse en su equipo, agradecer el apoyo técnico y mantener la mirada en las últimas dos carreras del campeonato.
Su madurez dentro y fuera de la pista refleja el crecimiento de un piloto que, a sus 25 años, ya se perfila como uno de los referentes de la nueva generación de la F1.
El británico dejó claro que la mejor respuesta a los abucheos son los resultados: una conducción limpia, estrategia precisa y un trofeo más para su vitrina.







