En México, la llegada del fin de año no se mide solo en relojes o calendarios: también se siente en los rituales, amuletos y costumbres que millones de personas repiten cada diciembre con la esperanza de atraer salud, amor o prosperidad.
Las supersticiones mexicanas mezclan raíces indígenas, creencias católicas y herencias populares que, entre bromas y solemnidad, se convierten en una especie de guía simbólica para cerrar ciclos y abrir otros.
Aunque cada región tiene sus propias variaciones, hay tradiciones que se repiten desde Tijuana hasta Mérida, un reflejo del sincretismo que define la identidad nacional.
Aquí repasamos algunas de las supersticiones mexicanas más curiosas, cargadas de color, humor y esperanza.
🍇 1. Las doce uvas y los doce deseos
A la medianoche del 31 de diciembre, millones de mexicanos levantan sus copas, reparten uvas y piden un deseo por cada una.
Esta costumbre, de origen español, se adaptó al folclore mexicano con un toque especial: cada uva puede simbolizar un propósito o meta concreta, y algunas familias colocan las uvas en pequeños platos o copas con vino espumoso.
Las supersticiones mexicanas dicen que si se comen las doce uvas justo al ritmo de las campanadas, los deseos se cumplirán antes del siguiente año nuevo.
Un consejo popular: hacer la lista con anticipación y no repetir deseos, para “no confundir al universo”.
💛 2. Los calzones de colores: el ritual de la suerte
Una de las supersticiones más divertidas y conocidas en México es la de los calzones de colores.
Cada tono tiene un significado:
- Rojo, para atraer el amor o la pasión.
- Amarillo, para la abundancia económica.
- Verde, para la salud y los nuevos comienzos.
- Blanco, para la paz interior.
Esta costumbre, mezcla de superstición moderna y humor popular, se ha convertido en una tradición imprescindible.
En algunos mercados mexicanos incluso se instalan puestos que venden ropa interior con carteles que anuncian: “¡Lleve el amor, la suerte o el dinero!”.
🚪 3. Barrer hacia afuera y abrir las puertas
Para muchos hogares mexicanos, el 31 de diciembre se convierte en una jornada de limpieza espiritual.
Barrer hacia afuera simboliza expulsar lo negativo del año que termina, mientras que abrir las puertas justo a la medianoche permite que entre la energía positiva del nuevo ciclo.
Estas supersticiones mexicanas tienen raíces prehispánicas: en las culturas nahua y maya, se acostumbraba limpiar los espacios rituales antes de comenzar un nuevo ciclo agrícola.
Hoy, esa costumbre se traduce en limpiar la casa, tirar objetos rotos y colocar flores frescas, especialmente amarillas, para recibir el año con armonía.
🧳 4. La vuelta a la cuadra con la maleta
Una de las imágenes más icónicas del Año Nuevo mexicano es la de personas caminando o corriendo por la calle con una maleta en la mano.
Según la tradición, quien da la vuelta a la cuadra con una maleta justo a medianoche tendrá un año lleno de viajes.
Algunos la llenan con ropa real, otros solo con papeles o deseos simbólicos; lo importante es la intención.
En ciudades turísticas como Cancún, Mazatlán o Guadalajara, es común ver a familias completas riendo y recorriendo las calles con sus maletas mientras suenan los fuegos artificiales.
🕯️ 5. Las velas y los amuletos: proteger el hogar y el corazón
Otra práctica común es encender velas de colores según el deseo: blanca para la paz, roja para el amor, verde para la salud, dorada para la abundancia.
Algunas personas acompañan las velas con figuras de santos, cuarzos o ramas de ruda, una planta asociada con la protección.
Las supersticiones mexicanas también incluyen amuletos como el ojo turco, el trébol de cuatro hojas o el borreguito de la abundancia, que suelen colocarse cerca de la puerta principal o sobre el altar familiar.
💫 6. Campanas, monedas y abrazos
Al sonar las doce campanadas, es costumbre guardar una moneda en el zapato derecho o tener dinero en la mano para asegurar prosperidad.
El primer abrazo de medianoche también tiene su significado: debe darse con la persona que se quiere conservar cerca durante todo el año.
En algunos pueblos se cree que si se abraza a un desconocido, se abrirán nuevas oportunidades o amistades inesperadas.
🌅 Entre fe y diversión: la magia del Año Nuevo mexicano
Más allá de los rituales, las supersticiones mexicanas funcionan como una forma colectiva de esperanza.
Combinan el deseo humano de controlar lo incierto con el humor que caracteriza al pueblo mexicano.
Cada gesto, desde una vela encendida hasta una uva en la mano, es una manera de renovar la fe en el futuro.
Al final, no importa si se cumplen los deseos o no; lo que cuenta es el acto simbólico de imaginar un año mejor.
Y en eso, México es experto: en reír, creer y volver a intentarlo, con una copa de sidra, una maleta y el corazón dispuesto a empezar de nuevo.








