El caso de Ney González ha vuelto al centro del debate público en México y América Latina tras revelarse que existen siete órdenes de aprehensión vigentes en su contra, entre ellas una ficha roja de Interpol y un mandamiento federal.
Las investigaciones lo señalan por delitos que van desde el fraude, peculado y asociación delictuosa, hasta tráfico de influencias y falsificación de documentos.
La magnitud de los señalamientos plantea un tema urgente: la responsabilidad de los gobernantes y la penetración del crimen organizado en la vida política regional.
De acuerdo con autoridades judiciales y con la Fiscalía Especializada de Control y Competencia de la FGR, las órdenes contra Ney González derivan de años de investigaciones sobre actos de corrupción cometidos durante su gobierno en Nayarit (2005–2011).
La fiscalía subrayó que los mandamientos siguen vigentes y forman parte de un proceso de más largo alcance orientado al combate a la corrupción y al desmantelamiento de redes político-criminales.
💥 Fraude, peculado y un quebranto millonario
Uno de los señalamientos más graves contra Ney González es el delito de fraude agravado por un presunto quebranto de 9 mil 598 millones de pesos al Fideicomiso Bahía de Banderas (FIBBA).
Según las investigaciones, durante su administración se habrían vendido ilegalmente bienes del estado, operación que implicó pérdida de patrimonio público y que se realizó con presunta complicidad de figuras de alto nivel.
El caso involucraría también a su sucesor Roberto Sandoval, actualmente preso desde 2021 por delitos vinculados a corrupción y delincuencia organizada.
Asimismo, aparece señalado Antonio Echeverría, consejero de la Comisión Federal de Electricidad, aunque contra él no se ha solicitado orden de aprehensión.
La relevancia del asunto no es únicamente financiera: el uso de fideicomisos para desviar recursos es uno de los mecanismos más persistentes en los sistemas de corrupción política en México, tal como lo han documentado iniciativas como el Proyecto sobre Corrupción y Gobernanza del Colegio de México y organizaciones como Transparencia Mexicana.
🕵️ Corrupción y estructuras político-criminales
El caso de Ney González es especialmente relevante por el contexto en el que se desarrolló su gobierno: Nayarit fue, durante esos años, uno de los estados donde el crimen organizado expandió su influencia política, económica y territorial.
Diversas investigaciones periodísticas y académicas han documentado cómo estructuras estatales permitieron —por omisión o colaboración directa— el fortalecimiento de grupos criminales que hoy dominan rutas estratégicas en el Pacífico.
La conexión entre corrupción política y crimen organizado ha sido señalada por organismos como el Wilson Center Mexico Institute, que advierten que los gobiernos locales suelen ser la primera puerta de entrada para la captura criminal de instituciones.
El expediente de Ney González, al igual que otros casos de gobernadores investigados por complicidad, exhibe cómo el desvío de recursos públicos y la manipulación de estructuras administrativas generan condiciones perfectas para la penetración criminal.
🚨 Órdenes de aprehensión y búsqueda internacional
En total, existen siete órdenes de aprehensión contra Ney González, incluyendo:
- Una orden federal
- Una ficha roja de Interpol
- Órdenes por delitos del fuero común y federal
Los delitos investigados incluyen:
- Fraude agravado
- Peculado
- Asociación delictuosa
- Tráfico de influencias
- Falsificación de documentos
Hasta el momento, las autoridades desconocen su paradero.
La ficha roja indica que se considera prófugo a nivel internacional, lo que implica que puede ser detenido en cualquiera de los países miembros de Interpol si es localizado.
⚖️ Implicaciones políticas y el mensaje contra la impunidad
La vigencia de las órdenes contra Ney González representa un mensaje directo del Estado mexicano sobre la necesidad de combatir la corrupción estructural y los vínculos entre políticos y crimen organizado.
Expertos en políticas anticorrupción señalan que los casos de exgobernadores como González, Roberto Sandoval, Javier Duarte o Tomás Yarrington exponen un patrón constante:
gobiernos estatales que, lejos de proteger el patrimonio público, terminan siendo capturados por intereses criminales o redes de enriquecimiento personal.
El caso también muestra la importancia de fortalecer instituciones de control interno, fiscalización y auditoría, así como la necesidad de profesionalizar los aparatos estatales para limitar el alcance de grupos criminales dentro de la vida pública.
🌐 ¿Qué sigue para Ney González?
Mientras las órdenes sigan vigentes, las autoridades federales y organismos internacionales continuarán su búsqueda.
La dimensión del expediente sugiere que cualquier intento de defensa será eventualmente revisado en tribunales nacionales y, si es detenido en el extranjero, podría enfrentarse a procesos de extradición.
La FGR señaló que los procedimientos continúan activos y que los delitos señalados afectan gravemente al erario y a la función pública, lo que refuerza la obligación del Estado de perseguirlos sin excepciones.








