El sistema de vigilancia electrónica que se aprobó hace tres años en partes de la frontera entre Estados Unidos y México no ha podido ser instalado aún satisfactoriamente a pesar de un gasto de más de 1.000 millones de dólares, criticó este jueves un informe del Congreso.
“La Iniciativa Frontera Segura (SBI) no ha sido aún instalada totalmente y los retrasos exigen a la Patrulla Fronteriza apoyarse en la tecnología existente para garantizar la frontera, en lugar de utilizar la más avanzada”, explicó el informe, divulgado en una reunión con legisladores y expertos.
Las torres de vigilancia, con sensores de movimiento, radares y otros artilugios debían en principio crear un “muro electrónico” para complementar la barda físicamente instalada en un tercio de la frontera (3.000 km en total).
Pero esos equipos sólo han sido probados de forma experimental, a pesar de un gasto de más de 1.100 millones de dólares, criticó la Oficina de Contraloría del Congreso.
El Proyecto piloto 28, instalado en el sector fronterizo de Yuma (Nevada), sólo cubre 28 millas, unos 45 km. La instalación total del proyecto SBI está prevista por Boeing, la empresa adjudicataria, para 2016, en lugar de este año, como se preveía en 2006, criticó la representante demócrata Loretta Sánchez.
“Es una situación increíblemente preocupante, porque mientras tanto los agentes de la Patrulla Fronteriza continúan utilizando tecnología más vieja y menos capaz”, criticó. En lo que respecta a la valla física, los costes siguen aumentando. Prácticamente se han completado las 670 millas previstas, (poco más de 1.000 km), pero “lo que costaba 3,5 millones de dólares por milla ahora cuesta 6,5 millones”, criticó la legisladora.
Esa valla física ha sufrido más de 3.000 incursiones, con un coste promedio de 1.300 dólares. “La valla física no asegura la frontera”, criticó el republicano Mark Souder en la comparecencia organizada por el Comité de Seguridad Interna y Contraterrorismo.
“El proyecto SBI debería ser una piedra angular de ese esfuerzo”, añadió. “El alcance de las cámaras es un problema persistente. Y los radares se saturan en días de viento o lluvia”, explicó el responsable del informe, Richard Stana.
Los primeros equipos de vigilancia podrían estar listos para funcionar a principios de 2010, aseguró el representante de Boeing, Timothy Peters.