Cuando está cerca la fecha para una votación de la Comisión de Finanzas del Senado de Estados Unidos sobre la reforma del sistema de salud, el presidente Barack Obama exhortó el sábado a legisladores a que apoyen la propuesta.
Pero, los republicanos advirtieron que el plan será un fuerte golpe tributario para muchos estadunidenses.
La Comisión de Finanzas del Senado, el último de cinco paneles que trató la reforma de salud, votará el martes si aprueba o no lo que es la prioridad doméstica de Obama con la que busca reducir costos, regular a las aseguradoras y expandir la cobertura a millones de estadounidenses que hoy carecen de seguro de salud.
El plan, que costaría alrededor de 2,5 billones de dólares, se ha convertido en su prioridad política a nivel doméstico.
En su alocución semanal por radio e internet, Obama dijo que el impulso para cambiar estaba adquiriendo velocidad con la finalización de la legislación de la comisión de Finanzas del Senado.
La aprobación de parte de la comisión sería una importante victoria, pero la reforma aún tiene un largo camino por delante.
El proyecto debe fusionarse con uno de otra comisión antes de ser llevado al plenario del Senado a mediados de octubre.
Obama elogió el proyecto de la comisión al destacar que el departamento de presupuesto del Congreso había concluido la legislación que permitiría a millones de estadounidenses que no tienen seguro de salud poder pagar su cobertura, al tiempo que desaceleraría el crecimiento de los costos de salud pública.
“Esto es otro hito en lo que ha sido un camino largo y pedregoso hacia la reforma de salud”, dijo Obama en su discurso.
“La propuesta que está saliendo incluye las mejores ideas de republicanos y demócratas, y de personas a lo largo del espectro político”, afirmó.
Pero los republicanos criticaron el plan en su discurso radial semanal, al decir que Obama va muy rápido, y que la medida costaría mucho e implicaría nuevos impuestos muy altos para muchos estadounidenses.
“En el Congreso, nosotros tenemos el trabajo de abordar este problema, pero la solución que acordamos sobre eso no debe ser precipitada, y la salida no debe se peor que el problema que estamos tratando de resolver”, dijo el senador George LeMieux