Rick, un peligroso huracán categoría 5 hace dos días, se degradó el lunes a tormenta tropical mientras se dirigía al extremo sur de la península de Baja California, donde las olas que generó mataron a dos personas.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami dijo que los vientos sostenidos máximos de la tormenta descendieron a 113 kph (70 mph) al transitar sobre aguas frías que le quitaron energía. En un momento dado del fin de semana, los vientos de Rick llegaron a 290 kph (180 mph).
A las 0600 GMT del martes, el centro del huracán estaba a 435 kilómetros (270 millas) al sur-suroeste de Cabo San Lucas, una de las dos poblaciones que forman el municipio de Los Cabos.
Los meteorólogos estimaban que hasta la noche del martes llegaría a la península de Baja California en el noroeste de México, pero las olas de cuatro metros (13 pies) que generó ya causaron la muerte de dos personas en Los Cabos.
Esa zona turística está casi directamente en el camino pronosticado para la tormenta en el estado mexicano de Baja California Sur.
Sergio Castro, comandante de la policía de Baja California Sur, dijo que un adolescente de 16 años se ahogó el lunes cuando una ola lo arrastró mar adentro mientras nadaba en la playa El Médano en Cabo San Lucas.
La primera víctima fue un pescador de 38 años que el domingo estaba sobre un promontorio rocoso cuando una ola enorme se lo llevó. Varios testigos se apresuraron a ayudarlo pero cuando lo sacaron del agua ya estaba muerto, dijo Francisco Cota, director de protección civil de Los Cabos.
Cota informó que se habían organizado patrullajes policiales para que la gente no entrara al agua. También se abrieron albergues en algunas escuelas y se enviaron patrulleros a los barrios más bajos para que, a través de altavoces, instaran a la gente a evacuar sus hogares.
“El puerto está cerrado“, dijo Cota. “Y la gente está sacando sus barcos de la bahía“.
Los vientos máximos sostenidos de Rick disminuyeron el lunes tras haber llegado a la categoría 5 con velocidades de 285 kph (180 mph) la semana pasada, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en Miami.
Se esperaba que Rick se acercara al extremo sur de Baja California la noche del martes o madrugada del miércoles, dijeron los meteorólogos.
El hotel de lujo SolMar, sobre la playa en Cabo San Lucas, estaba tomando precauciones pero aún no había evacuado a sus huéspedes, dijo la gerente Silvia Carlos.
“Estamos cubriendo las ventanas en la entrada y sellando las puertas“, dijo. “Las olas están comenzando a subir“.
Rick amenazaba con forzar la cancelación del importante torneo de pesca Bisbee`s Los Cabos, programado para comenzar el miércoles y donde se esperaba la participación de 800 pescadores con 130 botes. El organizador Clicerio Mercado dijo que el evento se suspendería con la esperanza de poder realizarlo el jueves o viernes.
La tormenta había comenzado a embestir la isla mexicana de Socorro, a unos 500 kilómetros (300 millas) al suroeste de Cabo San Lucas, donde trabajan unos 100 integrantes de la Armada mexicana y otras dependencias.
La base continental que controla las instalaciones de la isla dijo que el personal de la Armada reportó el lunes fuertes vientos y olas, pero sin daños ni heridos.
En el aeropuerto de Los Cabos, American Airlines agregó un vuelo extra a Dallas el martes debido a los pedidos de turistas ansiosos por ganarle a la tormenta, dijo su vocero Alfredo Hernández.
Sin embargo, Dan Smith, llegado desde Toronto, Canadá, dijo que no se perdería la boda de un amigo en Los Cabos.
“He estado esperando esto por demasiado tiempo“, dijo Smith, de 23 años. “Todo lo que puedes hacer es prestar la máxima atención posible“.
Los meteorólogos anunciaron que Rick probablemente pase por encima de la península y llegue al territorio continental mexicano cerca de la ciudad turística de Mazatlán la noche del miércoles.
Antes de perder fuerza, Rick se convirtió en el segundo huracán más fuerte en el noreste del Pacífico desde 1966, cuando los expertos empezaron a registrar huracanes con más rigor científico, explicó el meteorólogo Hugh Cobb.
El huracán Linda, de septiembre de 1997, ha sido el más fuerte en la región, con vientos máximos de 296 kph (185 mph).
En tanto, en alta mar, la tormenta tropical Neki fue ubicada en la madrugada del martes a 1.125 kilómetros (700 millas) al sur-suroeste de Honolulu. Sus vientos máximos sostenidos eran de unos 65 kph (40 mph), pero los meteorólogos esperaban que se transformara en un huracán el martes.
La tormenta avanzaba al oeste-noroeste a 23 kph (14 mph), pero podría girar al noroeste