Bolivia plantea efectuar un estudio conjunto con Chile del manantial Silala durante cuatro o seis años, para poner fin a una antigua controversia sobre el uso de esas aguas, anunció este viernes el canciller boliviano, David Choquehuanca. “No se han hecho nunca estudios de manera conjunta. Tenemos estudios que han hecho en el lado chileno, (también) en el lado boliviano, pero no se han hecho estudios de manera conjunta, para terminar con esta controversia y arribar a un acuerdo entre Chile y Bolivia”, dijo la autoridad.
El canciller lideró anteriormente otras negociaciones con el gobierno chileno, para poder determinar si es que las aguas del Silala, al sureste de Bolivia, son de curso internacional o nacen, como afirma La Paz, como un manantial en bofedales en terriborio boliviano. Según Choquehuanca, que informó al respecto a movimientos sociales, enfatizó que “es fácil comprobar que las aguas del Silala son de manantial; de manera conjunta lo que vemos tenemos que anotar”.
Por otra parte, el estudio permitirá tener datos técnicos acerca del manantial. “Es importante poder anotar cuál es el aporte de las lluvias a las aguas del Silala, también es importante saber cuántos litros de agua por segundo pasan a Chile, también nos interesa saber la edad de las aguas”, dijo Choquehuanca.
Por el momento, Santiago prometió pagar el 50% del usufructo de esas aguas, pero “lo que queremos nosotros es que al terminar los estudios de estos cuatro años Chile tiene que pagar por el 100% de las aguas que pertenecen a Bolivia”, dijo. Bolivia y Chile -que carecen de relaciones diplomáticas desde 1978- acordaron a fines de julio pasado el uso del Silala, un manantial que nace en territorio boliviano y fue artificialmente canalizado hacia la norteña II Región chilena, a principios del siglo XX.
Ese preacuerdo establece el compromiso de Chile de pagar por el 50% del uso de las aguas. El diálogo se realiza en el marco de un acuerdo sin exclusiones de 13 puntos que los dos países firmaron en 2006.
Bolivia y Chile se enfrentaron en una guerra en 1879 como consecuencia de la cual la nación altiplánica perdió toda su costa marítima.