La adjudicación a una empresa internacional de una licitación para el registro de información biométrica en México desató reclamos de irregularidades de compañías nacionales, que incluso revivieron señalamientos de supuestos vínculos con el gobierno del presidente Hugo Chávez. La Secretaría de Gobernación anunció esta semana que la ganadora de la licitación para el registro biométrico era Smartmatic, una multinacional que entre otras cosas ha proporcionado desde 2004 las máquinas de votación electrónicas a Venezuela, donde la oposición ha llegado a manifestar sus dudas sobre la seguridad de los equipos y su posible uso por parte del gobierno de Chávez para manipular los sufragios.
Las cuatro compañías mexicanas que también participaron en el proceso anunciaron que impugnarán el fallo ante el órgano anticorrupción oficial para que se haga una nueva evaluación, bajo el argumento de que hubo irregularidades en la revisión de las propuestas técnicas, algo que rechazó Smartmatic. “A nosotros nos revisaron rigurosamente nuestras ofertas, pero a esa empresa la revisan de otra manera y omitiendo varios errores”, dijo el viernes a la AP Víctor Manuel Alderete, vicepresidente comercial y representante legal de la mexicana Cosmocolor.
Señaló, por ejemplo, que Smartmatic propuso tomar fotografías cuadradas del ojo, cuando debían ser rectangular. “Una imagen cuadrada recorta el lagrimal, no se ve y eso impide saber si es el ojo derecho o izquierdo”, dijo a la AP Ricardo León, director de la empresa Soltic. Las empresas mexicanas prevén impugnar la próxima semana. Y aunque los argumentos serán técnicos, sus representantes han retomado cuestionamientos en torno a Smartmatic en Venezuela.
“Se habla que ellos estuvieron apoyando a Chávez en 2006 en su candidatura”, dijo León.
“A nosotros nos parece muy absurdo que habiendo empresas de un prestigio internacional y nacional, se adjudique a una empresa de dudosa reputación”, añadió Alderete. La oposición venezolana ha señalado al gobierno de utilizar las máquinas de votación de Smartmatic para manipular los sufragios, aunque no ha habido ninguna prueba de ello. Antonio Mugica, director ejecutivo de la firma, tiene la doble nacionalidad española-venezolana.
En Estados Unidos incluso se inició una investigación informal sobre presuntos vínculos de la empresa y el gobierno de Chávez, aunque la indagatoria culminó cuando Smartmatic anunció la venta de su subsidiaria estadounidense Sequoia Voting Systems Inc. El director de Finanzas de Smartmatic, Armando Yañes, rechazó el viernes cualquier irregularidad.
“Nosotros fuimos en buena ley a presentar unas propuestas, lo hicimos, el organismo público en México dentro de los atributos que le competen revisó las propuestas de todos los competidores y tomaron una decisión”, dijo Yañes a la AP vía telefónica. Aseguró que “en ningún momento hemos tenido la capacidad de influenciar de una manera u otra en la decisión” y calificó de acusaciones sin fundamento los presuntos vínculos de la empresa con el gobierno de Chávez.
“Esta compañía no tiene absolutamente ningún control o es propiedad de ninguna persona asociada con ningún gobierno en el mundo”, afirmó.
“Jamás se ha presentado una sola prueba de ningún error en elecciones que son revisadas profundamente por todas las partes”, añadió. La Secretaría de Gobernación informó el jueves en un comunicado que Smartmatic proveerá los equipos de registro de datos biométricos, pero no los operará, y dijo que respeta la decisión de cualquier empresa de impugnar el fallo.
El registro es parte de un proceso para la emisión de una nueva cédula ciudadana que contenga información sobre ojos, rostros y huellas dactilares de los mexicanos. Smartmatic ha participado en el empadronamiento biométrico en Bolivia.