El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió el vienes a la canciller mexicana, Patricia Espinosa, con quien relanzó la relación bilateral y acordó visitas presidenciales recíprocas para 2010, dando por zanjadas tensiones por la gripe H1N1 que frustraron este año esos viajes.
Espinosa comentó, en conferencia de prensa, que fue “portadora de una invitación” del presidente Felipe Calderón a Raúl Castro para que participe en la Cumbre del Grupo de Rio y a la de América Latina y el Caribe, también en México, así como también a que realice una visita bilateral.
“Acordamos definir las fechas por medios diplomáticos, pero hemos reafirmado el interés” de ambos presidentes de realizar visitas recíprocas, apuntó la canciller, tras señalar que también transmitió al mandatario cubano “el mensaje personal de Calderón de seguir fortaleciendo los vínculos”.
Espinosa, quien concluyó su visita de dos días a la isla, precisó que “el interés de la cancillería” mexicana es que Calderón visite Cuba “en el primer semestre” de 2010, pero “no tenemos todavía una fecha”, apuntó.
Las visitas recíprocas habían sido acordadas por Castro y Calderón en diciembre de 2008 durante la Cumbre de América Latina en Brasil, donde Cuba fue incorporada como miembro de ese foro de consultas políticas, del cual México ejerce la secretaria pro-témpore.
Ampos presidentes relanzaron en Brasil los nexos bilaterales, tras seis años de conflicto bajo el gobierno de Vicente Fox (2000-2006), pero a mediados en mayo pasado surgió un nuevo roce cuando La Habana suspendió los vuelos comerciales desde y hacia México debido a la epidemia de gripe H1N1.
Calderón estimó entonces la medida discriminatoria y aplazó su visita, ante lo que el ex presidente cubano Fidel Castro, quien cedió el mando a su hermano Raúl en 2006 por una enfermedad, acusó a México de haber ocultado la existencia del virus para no frustrar el viaje que hizo en abril pasado el presidente Barack Obama.
Tras nuevos acercamientos diplomáticos, Raúl Castro recibió a fines de junio al embajador Gabriel Jiménez Remus y quedó pactada la visita de la canciller.
Durante las conversaciones con Raúl Castro, que calificó de “muy agradables y muy fructíferas, Espinosa dijo haber tratado “todos los temas” de las relaciones bilaterales, incluido el de la deuda que tiene el gobierno cubano con empresarios mexicanos por falta de liquidez.
También sobre el acuerdo migratorio que ambos países firmaron en noviembre de 2008, el cual prevé la repatriación de ilegales cubanos interceptados en ruta hacia Estados Unidos y que definió como una “herramienta eficaz”.
La canciller mexicana dijo que durante la visita analizó las vías para “seguir fortaleciendo el diálogo político” bilateral y “avanzar de manera destacada hacia etapas superiores en materia económica, comercial y financiera”.
Ambos gobiernos están interesados en estimular el comercio bilateral, que cayó de 430 millones de dólares anuales en los años 90, a 200 millones en 2007. Con ese objetivo reestructuraron en febrero de 2008 la deuda de 400 millones de dólares que mantenía el gobierno de la isla con el Banco de Comercio Exterior de México (Bancomext), principal obstáculo en el comercio bilateral.