El canciller francés Bernard Kouchner reconoció este miércoles que persisten las dificultades en el seno de la Unión por el Mediterráneo (UPM), refiriéndose al rechazo de los países árabes a la participación del ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman.
“Sí, a nivel de ministros, quedan pequeños problemas entre algunos ministros de Relaciones Exteriores. Vamos a resolverlos uno por uno”, declaró durante una conferencia de prensa en El Cairo, en la sede de la Liga Arabe.
“Por razones políticas, no estamos todos los días de acuerdo”, agregó.
El Cairo y otras capitales árabes rechazan la presencia de Lieberman, cuyo país es miembro de la UPM, debido a sus posiciones ultranacionalistas y hostiles a un Estado palestino.
Una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la UPM prevista para noviembre debió ser postergada indefinidamente debido a este diferendo.
La UPM, cuenta unos 40 miembros, entre los cuales los países de la Unión Europea, Turquía, Israel y los países árabes ribereños del Mediterráneo.
Apunta a promover proyectos concretos en diversos terrenos (medio ambiente, transporte, energía, cultura, educación) para iniciar una cooperación euro-mediterránea señalada en 1995 en Barcelona y que después no ha dado resultados.