Los ‘megaeventos’ deportivos como los Juegos Olímpicos y los Mundiales de futbol son una oportunidad para impulsar el derecho a una vivienda digna, pero sus efectos negativos sobre las poblaciones y las ciudades son alarmantes, según denuncia la ONU.
Entre tales efectos negativos, la relatora especial de la ONU para la Vivienda, Raquel Rolnik, destaca desde la escalada de los precios de alquiler y venta, a la reducción de disponibilidad de viviendas sociales, pasando por el impacto en grupos vulnerables o expulsiones forzosas de residentes.
La experta, que presentará su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU mañana, viernes, se muestra especialmente preocupada por las expulsiones forzosas, la criminalización de las personas sin hogar y de actividades informales como la venta callejera o la prostitución, en el contexto de esos ‘megaeventos’.
También hace recomendaciones, tanto a los Gobiernos y ciudades afectadas, como a el Comité Olímpico Internacional (COI), organizador de los Juegos Olímpicos y a la FIFA, organizadora del Mundial de futbol, para que tengan en cuenta el derecho a la vivienda digna y el impacto en las poblaciones a la hora de elegir una sede y de organizar estos actos multitudinarios.
La relatora afirma que el desplazamiento y las expulsiones forzosas son hechos comunes en los preparativos para los ‘megaeventos’, y entre los ejemplos cita que en Barcelona, 200 familias fueron expulsadas para dejar sitio a la construcción de nuevas carreteras de circunvalación de cara a los Juegos Olímpicos de 1992.
En Seúl, agrega, el 15 por ciento de la población fue expulsada por la fuerza y 48 mil edificios fueron demolidos en preparación de los Juegos Olímpicos de 1988.
En Nueva Delhi se expulsó a 35 mil familias para los Juegos de la Commonwealth de 2010, y en Sudáfrica 20 mil residentes de un asentamiento informal han sido echados para el Mundial que se celebrará este verano