Varios atacantes mataron el miércoles a 12 personas en una pequeña aldea cristiana del centro de Nigeria, dijeron las autoridades, y cortaron la lengua a la mayoría de las víctimas en una región en la que la violencia religiosa ha causado en lo que va de año centenares de muertos.
El ataque fue casi una copia de las tácticas utilizadas la semana pasada en una matanza cometida en otra aldea cristiana en la que fueron asesinadas más de 200 personas.
Al amparo de la oscuridad y la lluvia, los atacantes entraron en la ladea de Byie a primeras horas del miércoles, incendiaron las viviendas y dispararon al aire, dijo el testigo Linus Vwi.
“Me puse a correr”, dijo Vwi, y agregó que unos 20 vecinos se refugiaron en la selva y ocultos en la maleza escucharon los gritos de las víctimas.
Agregó que los atacantes hablaban fulani, una lengua usada mayormente por los pastores musulmanes de la región. Las autoridades y testigos presenciales culparon a los pastores musulmanes de las matanzas de la semana pasada.
El líder comunal fulani Sale Bayari negó que los fulanis participaran en las matanzas, aunque recordó que su comunidad sufrió recientemente una masacre similar.
Seis personas heridas en el ataque durante la noche fueron hospitalizadas, dijo Mark Lipdo, líder de un grupo regional cristiano.
Entre los muertos figuraron siete mujeres, cuatro niños y un hombre, agregó Lipdo. Los atacantes cortaron la lengua a la mayoría de las víctimas, dijeron los testigos.
No quedó en claro la razón de la mutilación de las víctimas. En Nigeria, los asesinos mutilan con frecuencia a sus víctimas como parte de los rituales de magia negra o “juju”, y las usan luego como amuletos