íPara que saber tanto…î
Palabras mas, palabras menos, pero así va una frase que más adelante, completare.
Simone de Beauvoir hizo una investigación periodística que cuando la leí, quede petrificado, pero comencemos, ¿quién es Simone de Beauvoir?
Simone de Beauvoir fue una novelista, periodista, ensayista, feminista y existencialista Francesa que dejo este mundo en la década de los 80ís, tiene muchos escritos contra de los Hombres que incitaron a mas de una a quemar su brassiere en actos espontáneos en diversos puntos del orbe en la década de los sesentas.
Pocas cosas he leído de ella, amiga cercana de Jacques Lacan siempre gusto de permitirse ir un poco mas allá en lo que realmente le gustaba, escribir; si era un ensayo, buscaba y se informaba, si era una novela se recluía apartada del mundo, si era un articulo, su lengua se esgrimía a través de sus dedos como una cimitarra cazando cabezas de infieles.
Ok, pero a lo que vamos, La Vejez.
Que palabra, ¿verdad?, a mas de uno le atemoriza y a otros tantos simplemente no les importa ya que jamás han tenido un segundo de reflexión para pensar, que será de ellos o que piensan podría ser de ellos, unos cuantos años mas.
Cada día que pasa, el índice de longevidad crece en casi todos (dije casi, ¿vale?) los países, en México ya se sitúa en los 72 años para los Hombres y un par menos para las Mujeres de acuerdo al ultimo informe de nuestro flamante secretario de salud.
Traduciré esto para fines prácticos, cada día podremos vivir un poco más.
Este pensamiento aterra, ya que a muchos les agrada mas la idea de cada día que pasa, nos queda uno menos de vida, vamos, trilladas frases de íun día menosî, íel siguiente día es otro que viviré ya que no sé cuantos me quedenî, etc.
Simone (para quienes le hemos leido) habla aun de algo ligeramente más aterrador de la vejez, y es que los pueblos occidentales, no lo vemos con sabiduría, experiencia o buen juicio, sino vemos a los ancianos como cargas, enfermos y para dirimir un poco nuestra carga moral con ellos en un mundo pagado de sí mismo en derechos humanos, queriendo así limpiar las manchas de aceite ante violaciones tan atroces como la guerra de Iraq o el abandono de niños de la calle y los ancianos, les damos en un encierro en asilos, lo que necesitan para íbien morirî menos el calor de familia.
Es verdad que ciertos pueblos que podemos ver nosotros como bárbaros, ven en los grandes de la tribu, a los que saben de muchas cuestiones, a los sabios, nosotros los vemos como cargas; mientras en ¡frica se ve en un anciano (48 años ya es grande) como poseedor del conocimiento para hablar con los dioses, la siembra, la lluvia, la comida, la migración, etc. en muchos países ni un trabajo como cajero de supermercado se le da.
¿Es lo que buscamos?, ¿es a lo que nos hemos condenado como pueblos occidentales?, las casas de retiro no son baratas, ¿hemos siquiera reflexionado por un instante, que será de nosotros a cierta edad?
Simone describe el ritual del adiós de una localidad Japonesa donde después de los 55 años, al Padre o Madre se le lleva a la montaña, un día o una semana después cuando máximo, de haber cumplido los 55 años, que esta cerca de la localidad, si nieva, es que los espíritus le están llevando con calma, sino, es que el camino lo recorrerá solo; se le deja con una racion no más grande a una comida normal para la persona, en algun escarpado punto desde el cual ípuedeî (no hace mencion o sugerencia si es un acto para aventarse al vacio) subir al cielo.
El íancianoî muere entonces de hipotermia o hambre o efectivamente, salta.
Ver para creer, ¿cierto?, Mas que estamos en el siglo XXI.
Para quien quiera ver mas cuestiones de este estilo, Simone de Beauvoir, editorial Hermes (en Mx), 1983, claro, es la versión que Yo tengo, pero quizá hay versiones o reimpresiones más modernas.
Y a modo de confidencia, ¿ya sabe como vivir su ancianidad?
í… si se va a vivir tan pocoî.
Sor Juana Inés de la Cruz
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Tienes razón , cada vez profesamos menos respeto a nuestros ancianos, aquéllos que más han visto, un mal síntoma el de la sociedad que no respeta a sus mayores, un síntoma de inhumanidad e ignorancia. Un abrazo.
Parece increíble que algo tan fisiológico se viva de maneras extremadamente distintas desde lo social.
Y Simone…….. una talentosa y vigorosa mujer, novia eterna de Sartre.
Saludos!
Pues como siempre, te leo con un tema bastante interesante. Debo decir también que ese trato a los mayores depende no sólo de la idiosincracia nacional, sino en mayor parte de la familia y de uno mismo.
¿Por qué digo esto? Una abuela mía murió cuando tenía 6 meses. Su esposo, cuando tenía 3 años. Mis otros 2 abuelos viven lejíiiiiiiiisimos y jamás tengo contacto con ellos…
En parte, aunque no lo quiera, veo a los ancianos como mis abuelos y creo quepor eso siempre procuro que cualquier persona mayor que conozca, le procuro el mayor cuidado y mi mayor atención. Primero por ser un humano y segundo porque me llena un poco lo que mis abuelos no pudieron.
A lo mejor no está bien hacer eso, pero sé que es mejor que lo que hacen muchos…
Salud!
son admirables las mujeres que solas, ya viudas y retiradas de trabajos interesantes en su juventud, viajan y disfrutan y leen y socializan y rien y siguen vivas. son mas frescas y divertidas que los hombres viejos, que suelen hacerse soberbios. lo malo de la vejez es que muchos viejos se hacen viejos solos, son aburridos, callados, pierden sus facultades y conocimientos, y son efectivamente una carga. a eso no se debe llegar. que flojera.
Conozco a hijos que tienen padres ya ancianos, se esmeran en cuidarlos y atenderlos, los kieren y los respetan, conozco a otros ke simplemente los consideran cargas y estorbos
Creo ke en eso tiene mucho ke ver la educación misma ke el anciano le dió al ahora hijo grande, depende mucho de la educación y el respeto ke se le inculca desde pekeños…
saludos
En los 17 años de vida que tengo se ha convertido en incontable la cantidad de ancianos que encuentro en la calle (la mayoría indígenas) pidiendo limosnas, vendiendo devaluados productos del campo o sentados en las puertas de sus casas en una mecedora y con una pierna deshecha, todo esto en un diminuto pueblo de alrededor de 5000 habitantes.Y lo que se viene está aun peor. Pero nos la pasámos discutiendo por “el techo de la casa y no por los cimientos”.
Es cierto que los ancianos en nuestra cultura están muy poco valorados. Tal vez sea porque todo “avanza” tan deprisa que es mayor la rémora por quedarse desfasado que la ventaja que supone la experiencia de lo vivido.
Pero hay algo, en mi opinión, a lo que vivimos todavía más de espaldas: la muerte. Cada vez estamos menos preparados/as para ella. Y, sin embargo, es tan inevitable como siempre lo fue.
Recuerdo que cuando niña me daba miedo ver a los señores de la tercera edad,me daba miedo llegar a eso.
Ahora pienso distinto;son solamente personas que están a punto de cumplir su ciclo de vida y es ahroa cuando nosotros debemos cuidarlos,alimentarlos,cambiarlos,peinarlos…como ellos lo hicieron cuando nosotros éramos los indefensos y tenían mil ocupaciones.
Ahora que mi madre es de la tercera edad,la cuido lo más que puedo..no por obligación,sino por amor y agradecimiento a su dedicación;a final de cuentas ellos sólo piden atención y una vida digna =)
saludos y esas cosas
Que verdad tan cierta en los escritos de esa mujer.
La sabiduría reside en el ser más viejo de la tribú, pero no se le presta atención, se le calla y discrimina por haber pérdido lo que ahora nosotros tenemos… juventud.
Pero pronto nosotros formaremos parte de esa sabiduría ignorada y despreciaba.
Vivimos una época en la que insistimos en exaltar la juventud, el vigor, el adelanto y los ancianos se quedan como simples espectadores. Un lastima porque la edad no implica decadencia, se merman condiciones físicas pero el pensamiento y los sentimientos contínuan.
En cuanto a Bouvier, era una sociologa
adelantada a su tiempo, planteando temas de una forma profunda que a mi en lo personal, me me atrae especualmente. Y esas cartas a Sartre….
Un biko .
La vejez… la última prueba y la más dura, en el rostro se cincela un retrato de lo que ha sido la vida anterior. Pocas visiones tan próximas a la santidad como la visión de un rostro antiguo y sereno que nos devuelve reflexivo la mirada, lo mismo sucede con la perversidad…
Y cambiando un poco de tema… Como estudiante de medicina que soy me ATERRA ver que la mayor parte de la investigación actual en este campo se destina a intentar “prolongar” la vida.
Nadie quiere pensar que un día morirá,y muchos tienen pánico a ser viejos.
Y a mi me entristece. Es lógico pensar así, porque a nadie le puede gustar ver que sus días acaban, que todo continuará sin él/ella, que envejece. Pero hay cosas más importantes que “morir de viejo”, y es “vivir sin morir lentamente” (como dice Neruda).
Me entristece pensar que una gran parte del mundo actual prefiere vivir más tiempo a vivir más intensamente. Que el miedo a la muerte nos incapacita para afrontar las cosas con coherencia.
Supongo que es muy fácil pensar así con 23 años. Mi concepción de la vida irá cambiando durante los años. Pero espero que ese cambio implique “madurar” y no “negar lo evidente”.
El “carpe diem” muere en favor del consumismo más salvaje… ya vendemos y compramos el tiempo.
Un abrazo.
Mea terra la vejez, así que aún no quiero pensar en ello…