La venta global de discos disminuyó un 7 por ciento durante el 2009, año en que la cantante británica Susan Boyle copó las listas de los artistas más vendidos y en el que España continuó incluida entre los países con las políticas más débiles para combatir la piratería musical.
Eso se desprende del último informe publicado hoy en Londres por la Federación Internacional de Productores Fonográficos (IFPI) sobre la situación del negocio musical.
Según los datos divulgados por la industria discográfica, las ventas globales de discos experimentó un llamativo descenso durante el pasado año, debido al impacto producido por las caídas registradas en los dos mercados más potentes en este sector, el de Estados Unidos y Japón.
El IFPI indica que la información correspondiente al 2009 desvela una imagen “contradictoria” en el sector, al mostrar, por un lado, un nuevo crecimiento en esta industria en 13 mercados y desvelar un incremento sólido en la música digital y, a la vez, al revelar el daño ocasionado por las prácticas de la piratería digital.
Además, según este informe, el álbum “I Dreamed a Dream”, de la cantante británica Susan Boyle, que saltó a la fama mundial tras su participación en el programa de televisión británico “Britain’s Got Talent”, fue el más vendido del año pasado, con 8.3 millones de copias.
Entre otros artistas cuyos trabajos fueron los más comprados por los consumidores figuran, también, el grupo norteamericano Black Eye Peas, el fallecido Michael Jackson, la solista estadunidense de country, Taylor Swift, o la cantante Lady Gaga.
El documento afirma que las ventas de música a nivel mundial se han visto duramente dañadas por las prácticas de piratería musical, entre las que se critica a España, así como por la tendencia hacia las ventas más baratas en música digital