Ante el pleno del Parlamento canadiense, el presidente Felipe Calderón manifestó su pesar y el de su gobierno por la decisión de la administración de Stephen Harper, en 2009, de imponer la visa a los mexicanos que ingresaran a este paÃs.
Luego de reconocer â??la admirable tradición canadienseâ? de brindar refugio a quienes huyen de la violencia y la persecución, y señalar que hubo excesos que abusaron de esa generosidad, el mandatario lamentó que el turismo mexicano cayó casi 40% por las limitaciones señaladas.
â??Respetamos profundamente el derecho de Canadá de decidir sobre su sistema de inmigración; sin embargo, no puedo omitir el compartirles nuestro pesar por esta serie de acontecimientos y de decisiones.
â??Esperamos sinceramente que la solución de fondo que este Parlamento analiza a través de cambios a su Ley de Refugio cree también un puente que permita renovar el vigor del intercambio de nuestros visitantesâ?.
Calderón expresó ante el primer ministro, Stephen Harper, presente en la sesión especial, la disposición de su administración para que â??esta medida temporal pueda ser superadaâ?.
En su exposición, Calderón indicó que México se encuentra en profundos cambios, por lo que es una nación más fuerte y determinada a hacer frente al futuro, asà como dispuesta a una integración regional de Norteamérica, que calificó como clave para restaurar el crecimiento.
Este mensaje fue interrumpido por aplausos de los parlamentarios en 12 ocasiones, cuando Calderón abordó los temas de combate al crimen organizado; la superación del cambio climático; la reducción de la pobreza en México en la última década, al pasar de 35 a 14 millones de personas; y la meta de servicios de salud para toda la población antes de 2012.
Sin embargo, el señalamiento del mexicano por el asunto de las visas dividió al pleno. Los legisladores del ala liberal ovacionaron la solicitud de rectificación, mientras los conservadores guardaron silencio, con excepción del primer ministro Harper, quien se sumó al respaldo