Un importante dispositivo de seguridad fue desplegado en vistas de la reunión de dos días que el G20 de potencias industriales y emergentes inicia este viernes en el puerto surcoreano de Busan, en un marco de fuerte tensión entre Corea del Sur y Corea del Norte.
Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20 están reunidos en esta ciudad costera del sur de la península coreana, para preparar la próxima cumbre del G20 de fines de este mes en Canadá.
Un amplio perímetro de seguridad fue demarcado alrededor del hotel Westin Chosun, que domina la playa de Haeundae, donde se realiza el encuentro. Los policías, con la asistencia de perros adiestrados para la detección de explosivos, controlan todos los lugares de reunión, y los barcos de la policía surcan las aguas en las cercanías.
Participan en la operación un total de 7.000 policías, entre ellos los de la brigada de artificieros, precisó Kim Hae-Joo, un responsable policial.
El encuentro se realiza en medio de vivas tensiones a causa del hundimiento, el 26 de marzo, de una corbeta surcoreana, en el que murieron 46 marinos.
Según las conclusiones de una investigación internacional, el naufragio del “Cheonan” fue provocado por el lanzamiento de un torpedo desde un submarino norcoreano.
Pero el régimen estalinista de Pyongyang desmintió cualquier responsabilidad en el incidente, uno de los más graves entre ambos vecinos desde el armisticio de la Guerra de Corea (1950-1953), cuyo tratado de paz nunca llegaron a firmar.