El disidente cubano Guillermo Fariñas abandonó hoy la huelga de hambre y sed que comenzó hace más de cuatro meses para pedir la libertad de los presos políticos enfermos, según anunció en un comunicado.
Fariñas dice en su nota que pospone su protesta durante el plazo dado por el Gobierno de Raúl Castro, entre tres y cuatro meses, para excarcelar gradualmente a 52 presos políticos del llamado Grupo de los 75, condenados en la Primavera Negra de 2003.
“Me comprometo a curarme ante mis hermanos”, señala el periodista independiente y psicólogo de 48 años en el comunicado que suscribió ante una comisión de miembros de organizaciones disidentes que lo visitó hoy en el hospital de la ciudad central de Santa Clara donde permanece ingresado desde el pasado 12 de marzo.
Fariñas agradece la solidaridad “de todos los hombres y mujeres de buena voluntad en el mundo que fueron mi escudo protector contra las maniobras represivas”.
También resalta la labor “heroica y digna” de las Damas de Blanco y recuerda a “todos los cubanos solidarios con la libertad de Cuba estén en las cárceles, la diáspora o el exilio o en las calles de esta tierra”.
Guillermo Fariñas comenzó su huelga de hambre tras la muerte del preso político Orlando Zapata para exigir la libertad de los opositores encarcelados enfermos.
En la actualidad, su estado de salud es crítico por la aparición hace una semana de un trombo en la yugular si bien se mantiene consciente y orientado y recibiendo tratamiento específico para esa afección, así como sueros de hidratación