Rusia, país al que habitualmente se asocia con los inviernos más crudos del planeta, es azotada desde hace un mes por una de las olas de calor más prolongadas de los últimos decenios, con temperaturas máximas de 44 grados centígrados en algunas de sus regiones meridionales.
El pronóstico para los próximos días no traerá alivio, en particular a la parte más cercana a Europa, incluida la capital rusa, donde las temperaturas se aproximarán a la máxima absoluta de 36.5 grados, registrada en 1936.
Según el Rosguidromet, el servicio meteorológico ruso, para el próximo viernes se prevén temperaturas de hasta 36 grados en Moscú, donde el pasado 26 de junio se alcanzaron los 33.6 grados centígrados, la máxima en lo que va de año.
“Si bien es cierto que en Moscú no se ha batido el récord absoluto de máxima temperatura, estamos en un verano en el que la media diaria supera en entre 3 y 8 grados centígrados la norma”, dijo hoy a Efe una portavoz del Rosguidromet.
El servicio meteorológico emitió hoy una “alerta de altas temperaturas” para Moscú, advertencia que a partir de este año se formula cuando las máximas diarias superan los 30 grados centígrados durante más de cinco días.
Debido a la ola de calor, el jefe del Servicio Sanitario de Rusia, Guennadi Oníshenko, ha hecho un llamamiento a los empleadores a prolongar el descanso de mediodía de los trabajadores.
Algunos organismos públicos anunciaron que entre hoy y el viernes restringirán la atención al público hasta el mediodía, mientras los medios informativos advierten a la población de la necesidad de tomar precauciones y se multiplican en dar los más variados consejos para paliar el calor.
Sin embargo, no todo es descontento por las altas temperaturas: los fabricantes y vendedores de helados, refrescos, ventiladores y equipos de aire acondicionado hacen su agosto.
En las dos primeras semanas de junio las ventas de helados y refrescos en Moscú se han duplicado en comparación con el mismo período del año pasado.
En las tiendas de electrodomésticos se forman filas para adquirir ventiladores y equipos de aire acondicionado.
“No nos da tiempo incluso de descargar: la gente barre con ventiladores y equipos de aire acondicionado”, dijo a Efe un vendedor de una conocida cadena especializada en venta de electrodomésticos.
El uso de climatizadores ha disparado el consumo de energía eléctrica, sobre todo las ciudades del sur del país: en Ástrajan, por ejemplo, en la desembocadura del Volga en el Caspio, éste se ha triplicado, con la consiguiente sobrecarga de la red, según el diario digital “Newsru.com”.
Las autoridades de Moscú aseguraron hoy que el sistema de suministro eléctrico de la capital rusa está en condiciones de funcionar normalmente incluso en el caso de que las temperaturas lleguen a los 40 grados centígrados.
“No podemos decir que el consumo de electricidad haya aumentado de manera significativa. Lo que ha ocurrido es que las magnitudes máximas de consumo se han desplazado de la noche al día”, dijo a la agencia Interfax un portavoz del Departamento de Energía y Combustibles del Ayuntamiento.
Explicó que se trata de un fenómeno propio del tiempo caluroso, cuando durante el día funcionan de manera ininterrumpida millones de ventiladores y climatizadores