El sector empresarial confió en que habrá un periodo de transición para la aplicación del Reglamento sobre la venta de alimentos y bebidas en escuelas de educación básica, y pidió no estigmatizar productos ni marcas.
â??Estamos convencidos de que debemos hacer algo para combatir la obesidad infantil, pero las empresas no pueden hacer cambios tan grandes y tan bruscos de la noche a la mañanaâ?, dijo en entrevista el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Mario Sánchez Ruiz.
Afortunadamente, señaló, se han logrado arreglos como el fijar metas en cuanto a tiempos para la aplicación del reglamento y en no estigmatizar a diferentes productos.
De esa forma se determinarán los grados de kilocalorÃas y tamaños de porciones que cada alimento y bebida deberán contener, pero no se les nombrará por su marca.
Asimismo, explicó que el tiempo para que los industriales adapten sus productos a las exigencias de las autoridades dependerá de cada alimento y bebida.
â??Habrán productos inmediatos (en sus modificaciones), otros en un mes o más, cada producto e industria tienen formas diferentes de adaptarse a las exigencias de hoy. No hay una fecha lÃmite para todos los productos y todavÃa no sabrÃa decir cómo quedará porque eso corresponde a la negociación finalâ?.
Sánchez Ruiz determinó que en las mesas de negociación con las autoridades federales se lograron avances significativos.
Falta, comentó, que la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) valide los acuerdos que se logren y establezca un calendario para la aplicación del reglamento por cada producto.
Las autoridades han sido respetuosas y firmes en su postura sobre los lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en planteles de educación básica.
El pasado miércoles 21 de julio, un dÃa antes de que la Cofemer emitiera el dictamen preliminar sobre la venta de alimentos en escuelas básicas, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Salomón Presburger, opinó que la obesidad infantil requiere una solución integral y no un decreto.
Ello, al considerar que los alimentos por sà solos no son los causantes del sobrepeso y obesidad