La actriz Lindsay Lohan se encuentra en una celda de aislamiento en la correccional de Lynwood, California, tras sufrir un ataque de histeria.
Según indica la página 20minutos.es, que hace eco de lo publicado por el Daily Mirror, la joven de 24 años pasó varias noches en vela llorando, lo que molestó a otras internas.
Aunque no tiene ni una semana en prisión, la actriz ya explotó: se puso a llorar, gritó a los funcionarios y los obligó a que la separaran de las demás reclusas.
“Sólo la dejaron salir al patio por una hora. Durante ese tiempo se escondió debajo de una mesa. El viernes la encerraron bajo llave mientras muchas de nosotras tuvimos dos horas para ir al patio o a la sala de televisión. Tuvo un ataque de histeria, así que la pusieron en un módulo de aislamiento”, reveló Cheryl Presser, quien recién obtuvo su libertad.
Algunas internas se burlaron de la actitud de Lindsay, quien no les dijo nada y sólo siguió llorando, pero no se ganó su simpatía, pues no las deja dormir por su llanto.
Hace días se supo que las demás reclusas no ven con buenos ojos que Lohan reciba un trato especial.