La Universidad de Oxford (Inglaterra), donde han estudiado veintiséis primeros ministros británicos, anunció hoy su plan de creación de una nueva escuela de gobierno para formar a futuros líderes mundiales.
La creación de la escuela ha sido posible gracias a una donación de 75 millones de libras (90 millones de euros) del filántropo estadunidense Leonard Blavatnik, cuyo nombre llevará el centro.
La propia Universidad contribuirá con 26 millones de libras (31.2 millones de euros) a su funcionamiento.
A los futuros estudiantes se les enseñará a hacer frente a problemas complejos como la crisis de las vacas locas o la gripe A, que requieren conocimientos especializados tanto en materia científica como legal, pero también a gestionar presupuestos.
“El currículo tiene una parte analítica y otra práctica. No intentamos formar a científicos o a médicos, pero sí enseñaremos a nuestros alumnos cómo aprovechar inteligentemente los consejos científicos”, afirma el director académico del nuevo centro, Ngaire Woods.
“Por ejemplo, ante una crisis como la de las vacas locas, enseñaremos qué hacer con los consejos científicos, los consejos legales y los políticos. Juntaremos a un zoólogo, un jurista y un politólogo para enseñar eso”, señala Woods, citado en un comunicado.
El curso combinará disciplinas que van desde las humanidades, las ciencias sociales y el derecho hasta la ciencia propiamente dicha, la tecnología o la política de seguridad.
El curso de maestría de un año también comparará los distintos sistemas políticos y su funcionamiento en la práctica.
Tendrá un importante componente internacional, y así se enseñará a los alumnos a entender a otros países, estudiando también con gente de otros lugares, a pensar y actuar globalmente, señalan los responsables del centro.
El vicerrector de la Universidad de Oxford, Andrew Hamilton, calificó la creación de la escuela como “todo un hito en (los 900 años de historia de) Oxford”.
Aunque esa universidad ha educado a veintiséis primeros jefes de gobierno británicos y a una treintena de otros líderes mundiales, hasta ahora las principales escuelas de gobierno estaban fuera de Europa, sobre todo en Estados Unidos, algo que se propone corregir el nuevo centro.