Un largo proceso, difÃcil pero no imposible, aguarda a las personas o empresas que deseen que su nombre sea eliminado de la lista de sanciones emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadunidense.
â??Nadie ha sido incluido por errorâ?, afirmó recientemente Adam Szubin, director del organismo encargado por el gobierno norteamericano del cumplimiento de legislación que impide a empresas o particulares estadunidenses realizar cualesquier tipo de transacciones con compañÃas o gobiernos incluidos en esa relación.
La OFAC es la encargada de vigilar, por ejemplo, que las empresas estadunidenses no comercien directamente con Cuba o Irán o lo hagan sobre condiciones excepcionales cuando es autorizado, o de que empresas del narcotráfico internacional tengan clientela o realicen transacciones legalmente en los Estados Unidos o con contrapartes de la Unión Americana.
Una fuente estadunidense indicó que si, por ejemplo, alguna de las empresas señaladas el miércoles como parte de la red de distribución de drogas y lavado de dinero del cártel de Sinaloa considerase injusta su inclusión, deberÃa dirigirse al Departamento del Tesoro en Washington para iniciar un proceso en el que tendrÃa oportunidad de mostrar su inocencia o bien haber adoptado las medidas necesarias para evitar ser usada en este caso por personas relacionadas con el crimen organizado.
Eso implicarÃa entre otras cosas un proceso integral de transparencia, en especial en relación con los bienes o depósitos en Estados Unidos.
De acuerdo con una descripción hecha por el propio Szuban en el diario El Tiempo de Bogotá, aquellos que han buscado ser borrados de la lista â??nos han contactado por un proceso administrativo â??por correspondenciaâ??, y expresado que han cambiado su comportamiento, que cortaron nexos con los cárteles, que no tienen sus bienes y que se comprometen a no volver a tenerlosâ?.
En esos casos, agregó, la respuesta es â??una carta con preguntas, para tener más detalle de la persona y para probar si son honestos sobre haber cambiado su comportamiento.
â??El fin del proceso es la firma de unos términos de remociónâ? en un compromiso ante notario público.