Gran Bretaña perderá miles de soldados, construirá portaaviones sin nuevos aviones de combate y demorará mejoras multimillonarias a su arsenal nuclear, bajo los recortes severos de defensa que el gobierno anunciará el martes.
Antes de un discurso en el parlamento, el primer ministro David Cameron le dijo a soldados en Londres que Gran Bretaña seguirá siendo una potencia global, pese a los temores de algunos aliados de que el plan de austeridad pueda disminuir su poderío militar.
Luego de la primera revisión importante de las fuerzas armadas en más de una década, Cameron explicará los detalles de los recortes que borrarán hasta 3 mil millones de libras (4 mil 800 millones de dólares) del presupuesto anual militar, de un total de 37 mil millones de libras (59 mil millones de dólares).
En el paso más llamativo, se espera que Gran Bretaña siga adelante con su plan de construir dos portaaviones por 5 mil millones de libras (8 mil millones de dólares), aunque no los equipará con aviones británicos de combate por una década.
Eso significa que los buques navegarán sin aviones o portarán cazas franceses o estadunidenses, una decisión que el opositor Partido Laborista calificó de extravagante.
“Seremos una potencia militar de primera línea”, prometió Cameron, que habló en la sede del estado mayor conjunto en Londres. “Vamos a asegurarnos de que Gran Bretaña está bien defendida y tengamos unas fuerzas armadas que se ajusten al mundo moderno”.
Los recortes militares se producen un día después del anuncio del secretario del Tesoro George Osborne de un vasto programa de recortes drásticos a los presupuestos departamentales y a los gastos de bienestar social.
Los recortes buscan eliminar un déficit que supera el 10% del producto interno bruto británico.
Aunque Cameron ha prometido preservar los fondos para las fuerzas de su país en Afganistán, Estados Unidos ha expresado su temor de que los recortes impidan que Gran Bretaña desempeñe un papel importante en las misiones militares.
En una conversación telefónica con el presidente estadunidense Barack Obama el lunes por la noche, Cameron prometió que Gran Bretaña seguirá siendo “un robusto aliado de Estados Unidos”, pese a las limitaciones presupuestarias.
Obama le dijo a Cameron que esperaba que los cambios permitiesen a Gran Bretaña “retener el espectro pleno de capacidad militar que permite a nuestras fuerzas una asociación efectiva en el mundo”