Déjenme primero agradecerles a todos ustedes la oportunidad de estar aquÃ, en la Universidad de Tamaulipas, y obviamente hacerle un reconocimiento a la hospitalidad que el señor Rector me permite, para poder llegar a un diálogo con ustedes, con los jóvenes de Tamaulipas, y quienes nos escuchan en videoconferencia en este momento, que son de algunas otras entidades.
¿Y cuál es la razón? Aquà está con nosotros también una senadora tamaulipeca, Amira Gómez Tueme, quien sabe perfectamente que hemos decidido en el Senado –en esta presidencia del Senado, que hoy llevo– en salir a platicar con ustedes para acercar y mucho al Senado de la República â??a estas audiencias– y platicarles qué es lo que estamos haciendo, y también por qué les conviene o cómo se traduce para su beneficio lo que nosotros estamos haciendo.
Con su permiso ingeniero José MarÃa Leal:
ConversarÃa con nuestros amigos qué es lo que pasa hoy. Ustedes están en una universidad de calidad; una universidad pública, que está haciendo todo el ejercicio y el esfuerzo por darles educación. Educación para la transformación del paÃs y para la seguridad de sus familias y de ustedes mismos, en el futuro.
¿Cómo mejorar a México? No me lo imagino, y ustedes no se lo imaginan y sus maestros también no se lo imaginan, si no es a través de la educación pública; una educación de calidad que se adquiera con esmero, pero también con enorme participación por parte de ustedes.
Entonces si ya sabemos que la educación puede hacer el verdadero cambio en el paÃs, ¿qué es lo que están haciendo las instituciones nacionales? Y una de ellas es el Senado de la República; el Senado en donde nosotros participamos y que hoy â??yo como su presidente– decide venir hasta ustedes a decirles por dónde nos estamos conduciendo.
Ustedes ven continuamente al Congreso. Ahà se escenifican una serie de batallas discursivas, que algunos interpretan como discusiones que no tienen sentido o como riñas que deben estar muy ajenas a lo que debe ser el acontecer nacional, sobre todo cuando vemos un paÃs como México â??como nuestro México– que necesita más crecimiento económico y empleo.
Esas discusiones en el Senado estamos tratando de encauzarlas. Y encauzarlas en temas especÃficos que quizá son sumamente densos, como la reforma del Estado.
Cuando a ustedes les dicen â??oigan, vamos a escuchar al senador Beltrones que nos viene a hablar de la reforma del Estadoâ?. Algunos se habrán preguntado â??y a mà en qué me conviene este temaâ?.
De lo que se trata, si vamos a hacer una reforma en este paÃs, es que volvamos a niveles de crecimiento y empleo, que es lo que todos los mexicanos necesitamos.
Hoy se discute cómo atender la pobreza, y muchos dicen â??ya hay programas para atender la pobrezaâ?. SÃ, los programas que hoy existen son para mantener a los pobres, pero no para sacarlos de pobres; a los pobres se les saca con empleo, educación, con oportunidades de ser mejores.
Por eso es que se necesita hacer una reforma. Por eso es que muchos de nosotros queremos empujar hacia dónde debe ir la reforma.
Cuando hablamos de que es necesario mejorar la gobernabilidad en México –que parece sumamente complejo–, de lo que estamos hablando es que queremos mejores gobiernos para que nos den la posibilidad de más empleo a los mexicanos, que viene con el crecimiento económico. Y eso es lo que importa, gobernabilidad para el empleo, para el crecimiento.
Cuando tenemos que hacer alguna distinción, coloquialmente la venimos platicando de diferentes maneras. Yo le dirÃa a nuestros amigos: en este paÃs se necesita –para encontrar solución a muchos de sus problemas– tener la vista en cuatro patas de una mesa, que se necesitan para que todos nos sentemos a la misma, a disfrutar de un mejor paÃs.
Una de ellas es la gobernabilidad. Si nosotros mejoramos la gobernabilidad en México. Si nosotros le ponemos esa pata en la cual los gobiernos que se instalen en un futuro tengan enorme calidad y conocimiento; que tengan buenos secretarios de Educación. Hoy en dÃa este Gobierno que apenas lleva cuatro años, lleva ya dos secretarios de educación. DifÃcilmente se puede armar un programa de largo aliento, si estamos cambiando continuamente de secretario.
Nosotros pensarÃamos entonces que hubiera un buen secretario de EconomÃa ante los problemas que tenemos hoy en dÃa, nada más que este Gobierno que lleva cuatro años, lleva tres secretarios de EconomÃa.
¿Cómo se puede armar un buen programa por seis años, si se cambia continuamente? Ya no digamos â??queremos mejor Gobiernoâ?, si este Gobierno que lleva cuatro años, lleva cuatro secretarios de Gobernación.
Y asà podrÃamos seguir hablando del secretario de Comunicaciones y Transportes, de otros más; de lo que se trata es que si se mejora la gobernabilidad sea a través de dos mecanismos, que es la primera pata.
Que el Presidente de la República –que en el futuro llegue a ser electo– necesariamente pase a sus colaboradores por un control de calidad; y ese control de calidad –el cual se llama en otros paÃses la ratificación de los miembros del gabinete– que un poder distinto al del Presidente, vea si sus propuestas son de calidad.
No hace mucho tiempo, incluso un Presidente que no hallaba qué hacer con un presidente de un partido polÃtico, lo hizo –aunque sea abogado– secretario de Salud, porque no encontraba en dónde ponerlo, y México no merece eso.
Por eso muchos de nosotros empujamos para optimizar la calidad de los gobiernos, para mejorar el empleo que todos vamos a necesitar.
Pero también, ustedes jóvenes, deberÃan pensar o están pensando en cómo se sienten más parte del Estado mexicano.
Cuando a alguno de ustedes se les pregunta y se les dice: â??El Estado mexicanoâ? lo ven muy lejos. â??El Estado mexicano son los polÃticos, los gobernantes, los partidos polÃticosâ? el Estado mexicano son ustedes también, pero cómo los acercamos más al Estado mexicano. Abriendo cartas de participación a ustedes, para que influyan en el Estado.
Estamos también poniendo sobre la mesa –en la reforma– que se acepte que un ciudadano, sin pertenecer a un partido polÃtico, pero cumpliendo con ciertas reglas, pueda ser candidato a un puesto de elección popular y que sea la gente la que decida. No tendrÃan por qué participar en un partido polÃtico.
También, que un grupo de ciudadanos –muy bien armados– con apoyo popular, puedan al igual que un senador o un diputado, hacer una iniciativa de cambio en este paÃs y que el Congreso esté obligado a estudiarlo. Eso se llama iniciativa ciudadana.
Y también, que cuando los polÃticos o en el Congreso no se pongan de acuerdo, que la gente diga hacia dónde deber ir el paÃs, se llama referéndum.
Son métodos democráticos modernos, que acercan a la ciudadanÃa al Estado. Esa es una pata de la mesa, mejorar la gobernabilidad para tener más crecimiento y empleo, por eso nos interesa.
La otra pata de la mesa es poner orden, poner mucho orden en la economÃa, y para eso se necesita certidumbre jurÃdica.
Es la hora en la que trabajemos alrededor de cambios, los cuales permitan que en el futuro todas las inversiones tengan certeza de que se respetarán las leyes y que estamos en un Estado de derecho.
Eso solamente se logra no con buenos gobiernos, sino con instituciones llamadas órganos reguladores del Estado mexicano. Sobre eso estamos trabajando también, esa segunda pata de la mesa, para generar más empleo a través del crecimiento.
A propósito de empleo, en el Senado de la República hemos trabajado –y aquà esta la senadora Amira Gómez, quien es su paisana– en una Ley de Fomento al Primer Empleo y de qué se trata esta ley, por eso queremos venir a platicar con ustedes.
Alguno recordará –o pensará también que en el futuro correrá esa suerte– que tendrá que ir a buscar un empleo; después de tener una educación de calidad, saldrá a buscar un empleo.
Ya tienen algunos parientes suyos la experiencia, que han hecho largas filas para ver si son contratados en un lugar donde se oferta empleo, y al llegar con el entrevistador, lo primero que preguntan y se los preguntarán a ustedes: ¿Experiencia laboral? En ese momento se quedarán mirándolo y pensarán: â??Cómo quieres que tenga experiencia, si acabo de salir de la universidadâ?. Y como no hay tanto empleo les dirán â??regrese otro dÃa, nosotros necesitamos experienciaâ?
Es por eso que en México hay cerca de siete millones de jóvenes que a diferencia de ustedes –que tienen el privilegio de estar en la universidad– se les ha denominado, de manera lastimosa, la generación â??ni-niâ?, quienes ni estudian ni trabajan. Hay unos más que podrÃan ser la â??tri-ni-niâ? porque ni estudian, ni trabajan y ni son jóvenes, porque desde hace tiempo andan buscando empleo.
¿Cómo atendemos a esos siete millones de jóvenes con una polÃtica pública que les facilite el empleo?
Esta iniciativa está a punto de convertirse en ley, porque ya se votó en Cámara de Diputados, necesita ser aprobada en el Senado y entonces, cuando un empleador que dé por primera vez de alta a un joven en el Seguro Social, el Estado mexicano se obligará a dar un beneficio por el doble de lo que ese empleador se gastó en darlo de alta ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Infonavit y en el Sistema de Ahorro para el Retiro.
¿Qué quiere decir? Que quienes salen bien capacitados de algún lugar en la escuela, aunque no tengan experiencia, serán preferidos por el empleador.
Solamente asà vamos a revertir mediante una polÃtica pública, una tendencia perniciosa que es: Seguir en la ruta de no dar empleo a los que no tienen experiencia.
¿Ustedes saben cuál es la diferencia entre una chamba y un empleo? La diferencia es que la chamba no tiene seguridad social; el empleo sà tiene seguridad social.
¿Cuántas veces no han visto ustedes salir a un pariente, a sus padres, o a sus hermanos y decir: â??ahora vengo, voy a ver que chamba hago, voy a chambear en algoâ??
Eso es lo que tenemos que cambiar y esta ley lo puede cambiar, porque el empleo permite que ustedes o quienes vayan a ser objeto del empleo, estén dados de alta con seguridad social, que es salud, vivienda y Sistema de Ahorro para el Retiro.
Esta ley pronto se va a aprobar, necesitamos que ustedes la apoyen. Esta es la nueva actitud del Senado. Hemos puesto a su disposición y por eso estamos aquÃ, una pagina en Internet, que es: www.miprimerempleo.com.mx. En donde ustedes pueden entrar y ver los beneficios de una ley.
Ahà mismo hemos procurado pedirles, que si ustedes están satisfechos con ella, voten porque se vote en el Senado, y posteriormente se promulgue, porque estas son las leyes que benefician y cambian al paÃs.
Por eso estamos hoy aquÃ, para decirles que esa segunda pata de la mesa, que es ordenar los órganos reguladores y generar polÃticas públicas modernas, ayudará a que salgamos adelante.
Hay una tercera pata de la mesa, que es gastar y gastar mejor. Esa discusión la tenemos que dar y ustedes también, si algo tiene el Gobierno, es dinero en base a los impuestos, pero ese dinero no ha impactado al crecimiento.
¿En qué les debe preocupar a ustedes si no se crece en el paÃs? En que si no crecemos, no hay nuevos empleos; ese es el punto, y por eso hay que ordenar el gasto y el ingreso.
Pero si seguimos la secuencia de las cuatro patas de la mesa, llegarÃamos a la cuarta pata –que estoy seguro–, que ustedes la reconocen perfectamente bien: la seguridad pública. FÃjense que no empecé con seguridad pública, aunque sea uno de los temas que más preocupan.
Si no ordenamos al paÃs en su nueva gobernabilidad, en lo que son los órganos reguladores del Estado, en el gasto público, difÃcilmente podemos atender esa cuarta pata de manera correcta.
Empezar al revés es como lo han hecho algunos, y lo único que se genera entonces es: confrontación de fuerza contra fuerza, la del Estado contra la delincuencia, la de la delincuencia queriéndose sobreponer al Estado, es la que trae violencia.
Pero si iniciamos el recorrido por el tema del empleo, crecimiento económico, orden en el paÃs, podemos llegar fácilmente a la cuarta pata de la mesa, que es seguridad pública. Solamente con orden, podremos resolver muchos de los problemas.
Hoy en dÃa el Senado –y por eso estamos aquÖ quiere en esta nueva actitud, acercarse a los jóvenes, a los que no son tan jóvenes, a quienes enseñan a los jóvenes, para decirles: Queremos escucharlos y queremos saber –además de esto que estamos haciendo– qué creen ustedes que nosotros deberÃamos de hacer.
Los momentos son difÃciles, las cosas no van bien, y por eso tenemos que trabajar ordenadamente para buscar un México mejor, que atienda las necesidades de estas generaciones que están exigiendo que nosotros demos resultados, porque posteriormente ustedes son los que tendrán que dar resultados para los mexicanos que vendrán después.
El tiempo llega rápido. Estoy convencido que muy pronto ustedes saldrán de esta universidad, educados, capacitados, a un mercado laboral existente o inexistente; nos preocupa lo segundo, que cuando salgan no exista ese mercado laboral en donde ustedes puedan llevar a cabo cada una de las disciplinas bien aprendidas, y por eso es la hora de ponernos de acuerdo y trabajar en este sentido: empleo, empleo, empleo; orden, orden y orden es lo que queremos que pase en el paÃs.
Hoy estamos en una universidad de calidad acercándonos a los ciudadanos, a los tamaulipecos –a todos aquellos que nos ven, nos escuchan en este momento–, para decirles: Queremos compartir con ustedes inquietudes, tenemos idea de a dónde nos queremos dirigir, pero estoy seguro que la vamos a perfeccionar de mejor manera escuchándolos a ustedes, qué es lo que quieren que pase y también explicaciones sobre lo que está pasando, por eso el Senado está cerca de ustedes.
Muchas gracias.