â??La violencia no es un mal divino sino una creación humana y, como tal, puede â??administrarseâ??, â??contenerseâ??, â??regularseâ?? y, desde luego, â??disminuirseâ??.â?
Eduardo Guerrero Gutiérrez
Es un viernes por la tarde, son casi las 6, Luisa de 25 años, soltera, para rápido para comprar algunas cosas y se dirige a su casa. â??Ya es hora de guardarseâ?, piensa mientras conduce con algo de prisa a su casa, hace meses que no sale de noche y evita también las reuniones fuera de casa.
Esta es la realidad de muchos mexicanos que han visto su vida â??cotidianaâ? secuestrada por la violencia en distintos estados del paÃs.
Podemos distinguir dos grandes olas de violencia sin precedentes: Una de ellas parece tener su origen en la detención de Alfredo Beltrán Leyva â??El Mochomoâ?, y al consecuente desprendimiento de sus hermanos del Cártel de Sinaloa.
La segunda ola directamente relacionada con la muerte de Arturo Beltrán Leyva â??El Barbasâ? durante un operativo militar.
Es una tesis ampliamente difundida que cada vez que se arresta o elimina a un jefe del narco, hay un reacomodo en la estructura de los grupos delictivos, y los nuevos capos deben asegurarse que su â??poderâ? es firme y por lo tanto deben ser implacables con sus contrincantes y sus aliados.
Bien decÃa Nicolás Maquiavelo, en el prÃncipe, que es mejor ser temido que querido, y es esta la filosofÃa que parecen adoptar estos grupos. ¿Pero porque nuestro paÃs parece ser tan interesante para estos grupos de narcotraficantes?
En primer lugar, este es un asunto de ubicación, México tiene una ubicación geográfica estratégica.
Su vecindad con Estados Unidos de América le permite acceder a uno de los mayores mercados de drogas en el mundo. Esto le resulta atractivo a las organizaciones criminales. La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte permitió y fomento un aumento en el intercambio entre los paÃses participantes, Estados Unidos de América, Canadá y México, pero no una reducción en los controles en la frontera entre México y Estados Unidos.
Controles que se endurecieron aún más después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
En la década de los 90, el gobierno de Estados Unidos modificó sustancialmente la estructura de la lucha contra la distribución de drogas, basada principalmente en una prohibición en zonas de tránsito para la protección de la frontera con México.
Esta estrategia de Estados Unidos de América trajo la disputa por la distribución de drogas a territorio mexicano. Los cárteles sudamericanos, que antes lograban transportar sus mercancÃas directamente a territorio estadunidense, para darle la vuelta a estas nuevas polÃticas de EUA tuvieron que hacer alianzas con sus pares mexicanos para generar nuevas rutas para su mercancÃa.
Convirtiendo asà a los cárteles mexicanos en entidades más poderosas y con una oportunidad única para llegar a un mercado mucho más grande que al que tenÃan acceso hasta ese momento, un limitado mercado doméstico basado casi exclusivamente en drogas naturales (principalmente marihuana).
Segundo, los patrones de consumo de drogas cambio rápidamente pasando del consumo masivo de las llamadas drogas suaves a drogas sintéticas (que incluyen las anfetaminas, metanfetaminas y éxtasis)
Drogas que son suministradas principalmente por laboratorios industriales en el sureste de Asia (particularmente en Mekong), donde además se producen grandes cantidades de tabletas de metanfetaminas y otras sustancias como la ketamina.
Lo cual afecta fuertemente al mercado que se tenÃa para la cocaÃna y la heroÃna proveniente de América del Sur, principalmente.
Estos cambios obligan a que los cárteles reconsideren el mercado mexicano y dejen de verlo solo como un territorio estratégico solo desde el punto de vista logÃstico. Los llevo a ver a México como un nuevo mercado, sino también en territorio que sirve como punto de conexión para la distribución hacia el resto del mundo, principalmente Norteamérica y Europa. Literalmente, los cárteles están peleando por el control de las zonas de distribución en un mercado a la baja.
En tercer lugar, los dos factores anteriores han obligado a los cárteles a buscar nuevos negocios que les permita mantener el nivel de ingresos en sus organizaciones, aplicaron una estrategia de diversificación.
Aprovecharon los recursos utilizados en el tráfico de drogas para incursionar en dos actividades ilÃcitas más: el rapto y la piraterÃa. Los cárteles se manejan ahora como grandes corporaciones multiproducto.
Y eso es un factor que me parece se ha desestimado, los cárteles no actúan como organizaciones poco profesionales, al contrario, muchas de ellos podrÃan ser casos de negocio en cualquier universidad de la Ivy League.
En cuarto lugar, los factores económicos y culturales del paÃs han servido como un caldo de cultivo para que los cárteles recluten jóvenes de diferentes niveles socioeconómicos y niveles de preparación desde pandilleros para sus brazos armados, hasta posiblemente, profesionistas para sus actividades más sofisticadas. No tengo elementos para asegurar esto, pero de la observación me parece que algunos carteles se están sofisticando a tal punto que podrÃa ser difÃcil entender fácilmente sus estructuras de negocios y sus alcances en un futuro muy cercano.
La pregunta que me surge es frente a este panorama ¿La estrategia que plantea el gobierno federal es la más adecuada? ¿PodrÃamos generar alguna estrategia alternativa más efectiva? ¿Se está atacando el origen del problema? ¿O solo atacamos los sÃntomas y dejamos de lado los temas de fondo? ¿Hasta dónde ha permeado en la sociedad la cultura narco?
Y la que me parece la pregunta más importante ¿Es realmente el narcotráfico el cáncer que está minando la vida de millones de mexicanos como tú y como yo?
¿Qué opinas?
Acerca del autor Julio Cesar Ãlvarez del Castillo González
Desde muy joven supo que lo suyo era la Mercadotecnia y los Negocios. Ha aprendido a crear estrategias de Cybermarketing, promoción e imagen corporativa. También gracias a los jefes exigentes ha tenido la oportunidad de desarrollar y analizar infinidad de planes de negocios. Acostumbrado a trabajar para empresas de cualquier tamaño, baila al son que le toquen sus clientes y siempre está buscando una nueva alternativa para mejorar su trabajo. Curioso como ha sido desde siempre, quiere saber qué piensan los clientes, el público, los asistentes a los espectáculos en general, y le gusta saber donde está parado, por lo tanto mide los resultados reales que las estrategias de Emogénica logran. Es partidario de la utilización de técnicas de personalización, el uso inteligente de la tecnologÃa, el pensar antes de actuar y por supuesto la buenas relaciones públicas, y en general todo aquello que agregue valor real a los proyectos, siempre teniendo en mente al cliente y a los clientes de sus clientes. Un fanático del desarrollo de nuevos proyectos (pagina de intra, inter y extranet para la empresa), la negociación para dar viabilidad a las propuestas hechas ya sea por el o por el equipo con quien trabaja. Para ser identificado dentro de Emogénica seleccionó la frase: “Estudia la ciencia del arte y el arte de la ciencia” Ya que cree firmemente que ninguna de las dos pueden existir la una sin la otra, y el pensamiento artÃstico o creativo se alimenta de la curiosidad cientÃfica y viceversa, ambas son la forma en que los humanos concebimos el mundo. Puedes seguirlo también en @gamzuletova, en Comunicacion Alterna ó en Capacitación Emogenica.
Efectivamente, parece ser que los cárteles del narco tienen una mayor estructura organizacional que el gobierno, que tienen todo un programa de captación de dealers y territorios sin que la justicia mexicana esté a la altura del problema; ellos SI están estructurados, tienen un programa de expansión mientras que nosotros carecemos de un programa de nación. Es el momento de profesionalizarnos como ciudadados para exigir profesionalismo de nuestros dirigentes