Dentro de México hay un sentimiento tan raro, que honestamente me referiré a él, como sentirse “plato de segunda mesa”
Me explico.
Con las filtraciones que compartió Wikileaks con medios de comunicación del mundo, 250 mil notas diplomáticas, woow, suena rimbombante, apenas hay unas 2 mil que hablan o versan de México.
Oh dioses, ¿que misterios nos vendrá a develar?
Ninguno. Y ninguno es que no hay cosas que nos deba importar o interesar ya que humildemente vienen cosas de los tiempos en que Jorge Castañeda era el canciller de México.
Bien, de todos modos eso se traduce en que oh somos muy aburridos o simplemente no hay una técnica de espionaje serio en México o, que los informantes norteamericanos sean directamente políticos mexicanos sin la necesidad de pasar por diplomáticos de Estados Unidos.
Además, ¿creen ustedes en su sano juicio, que Estados Unidos no estará enterado de lo que en su patio trasero?, desde luego que lo saben y de los mismos actores y de primera mano.
Por ende, cuando leamos información sobre que en los tiempos de Vicente Fox, se pretendió aproximaciones con el gobierno de Bush por una reforma migratoria integral, ¿debemos asustarnos?, quizá ¿sorprendernos? o ya se, algunos puristas de Andrés Manuel López Obrador dirán que “se pretendió vender la patria”.
Bueno, si eso es secreto, pues “¡oh sorpresa!”, es lo que viene.
Texto escrito por El Enigma
Analista consultor en riesgos financieros y económicos, editor en jefe de supuntocom.com y Sumayresta.net