El presidente Felipe Calderón participará hoy en el inicio de la Cumbre Iberoamericana, marcada desde ya por la ausencia del mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero, los ecos del escándalo Wikileaks y los desaires entre los jefes de Estado de la región.
Aunque México ya reconoció a Porfirio Lobo como gobernante de Honduras, al final se impuso el rechazo de la mayoría de los presidentes sudamericanos, incluida la anfitriona Cristina Fernández viuda de Kirchner, quienes optaron por no invitarlo por considerar que su gestión es resultado del golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya.
Esta exclusión es la primera que se registra en las dos décadas de historia del mecanismo. Tampoco tiene precedente la inasistencia del gobernante español, quien se excusó por la delicada situación financiera que protagoniza su país, si bien se ha confirmado ya la participación del Rey Juan Carlos.
La ausencia del hondureño -a quien no le giró invitación- tensa a esta Cumbre, pues mientras el denominado bloque bolivariano desaíra la política de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el propósito de reinsertar a ese país al proceso democrático, México, Colombia, Chile, Perú y las centroamericanos, con excepción de Nicaragua, conforman el grupo que se ha pronunciado por no aislar más a Lobo bajo el argumento de que ello impacta negativamente en una de las poblaciones más empobrecidas del continente.
Diseñada para aprobar una inversión de 100 mil millones de dólares en el compromiso de abatir el analfabetismo en el siguiente decenio, esta reunión es la número 20 desde que, a iniciativa del gobierno de España, Felipe González y el Rey Juan Carlos convocaron a los latinoamericanos a seguir una agenda común.
México organizó la primera cumbre, en Guadalajara, en el sexenio de Carlos Salinas, y a partir de entonces ha tenido una intensa participación.
La Presidencia de la República informó ayer que esta vez, además de participar en el tema anual, Educación para la inclusión social, Calderón abordará asuntos relacionados con el combate trasnacional al crimen organizado, las inversiones de la región y la defensa de la democracia.
El mandatario mexicano también buscará este viernes y sábado continuar aquí su cabildeo a favor de un compromiso mundial concreto contra el calentamiento global en la Conferencia sobre Cambio Climático, ahora en marcha en Cancún, y que la próxima semana tendrá su desenlace con la incorporación de presidentes.
La magna reunión de la ONU ya ha sido desairada por el brasileño Luz Ignacio Lula da Silva, quien declaró el miércoles que nada se logrará en la Riviera Maya y que por esa razón canceló su presencia.
El carioca sí asistirá a esta Cumbre Iberoamericana, al igual que su sucesora Dilma Rouseuff.