Por: Jessica López MejÃa @Jlopezm
En dÃas pasados Consulta Mitofsky dio a conocer su encuesta sobre el sentir del mexicano en la vÃspera del cambio de año y en términos generales los medios de comunicación y personajes de renombre en la esfera de opinión pública, retomaron cifras simples sobre el complejo fenómeno de la percepción social, tales como el repunte de la variable â??situación de seguridad del paÃsâ? por encima de la condición económica que tradicionalmente es el centro de atención de la percepción de mejora de una comunidad, cualquiera que ésta sea.
No es de sorprender dicha reproducción que roza el simplismo y la obviedad de la agenda mediática que acapara cualquier otro ejercicio de construcción de opinión pública y precisamente por ello es reveladora la lectura mesurada de las cifras que nos presentan Mitofsky además de la discrepancia entre la expectativa de mejora personal y la de paÃs.
Sin ahondar en la fuerte influencia de los medios de comunicación sobre el â??consensoâ? mexicano respecto de su conducta, es interesante observar que en la escala de 0 a 10, los mexicanos se sienten â??Segurosâ? en un promedio de 7.8 puntos, incluso con 3 décimas superior al año anterior. Si esta cifra la empatamos con el alto nivel de honestidad que el individuo asume como su mejor caracterÃstica personal (8.7 puntos), podrÃamos deducir en primer lugar, que se comprueba que al concluir el año las expectativas sobre los propósitos a cumplir en la â??nuevaâ? etapa siempre son alentadoras y que el ánimo personal mejora en el contexto de las celebraciones donde es fácil coincidir con familiares y amigos que normalmente no verÃa el resto del año.
En segundo lugar, que la opinión sobre la baja expectativa de éxito y prosperidad para el paÃs se volvió inferencial, es decir, el mexicano interpreta la condición en la que vive el â??resto de la genteâ? a partir de las fuentes indirectas a las cuales tiene acceso. De otra manera resultarÃa esquizofrénica la observación individual de un 75.5% de personas que consideran que les va a ir mejor durante el 2011, pero que al mismo tiempo afirman que el paÃs estará peor en los próximos 12 meses (73.6%).
Sin lugar a dudas las cifras se pueden analizar incluso desde una óptica antropológica en la cual habrÃa que retomar el grado de individualismo postmodernista que vive el mexicano de la segunda década del siglo XXI, pues es evidente incluso en la encuesta de Mitofsky, que su objetivo no es el bien común, la cooperación con el prójimo, ni el desarrollo social, sino su capacidad individual para superar los obstáculos, una suerte de interpretación ontológica del cuento popular de â??la cubeta de los cangrejosâ?.
El análisis resultarÃa mucho más pertinente incluso, a partir de la cobertura mediática que exacerba los enfrentamientos y hechos violentos en distintos puntos del paÃs, sin que por ello se restringa su impacto mediático, pero que sin lugar a dudas tienen influencia en la percepción nacional aún cuando el crimen organizado no es la única variable que permite a un paÃs del tamaño de México (territorial, comercial y económicamente hablando) ofrecer garantÃas de estabilidad en los términos de las preguntas planteadas por Mitofsky, tan es asà que de manera personal la gente â??vive seguraâ?.
A esta primera deducción habrÃa que agregarle distintos complementos, incluso empezar por definir a qué se refiere la gente cuándo habla de â??seguridadâ? o de â??mejorar la economÃaâ?. Sin embargo, como una primera lectura didáctica que se aleja del convencionalismo de los ojos inquisidores de la opinión publicada, abre nuevos horizontes que vale la pena explorar para entender qué piensa y siente el mexicano â??en realidadâ?.