De un tiempo a la fecha te dio por desarrollar tu parte mÃstica y paranormalidades varias que hacen que tus vecinos no te bajen de vieja bruja fumada, ¿no?
Una noche cualquiera, aproximadamente a las tres de la mañana con treinta y tres minutos y treinta y tres segundos, en plena luna llena y con el decanato de Tauro en la casa mil-8mil de Sagitario, bla bla; escuchas tu disco de meditación activa de Osho y corriges tu cartita tipo el Julio Esteban del Eugenio Derbez. Antes de encender tu varita de incienso de imitación de copal, abres tu librito de Aleister Crowley y te dispones a invocar a los setenta y dos espÃritus malignos que el Rey Salomón encerró en la lamparita de Aladino, y… en eso, clásico de clásicos en mis historias ridÃculas: suena tu pinche teléfono.
¿A quién demonios se le ocurre marcarte a esa hora???
─Om namah shivaya… que diga, ¿buenooo?
─¡Bueno, buenas noches, señora señorita adolescente o niña! ─Es una fulana con voz de robot argentina. ─¿Me podrÃa comunicar con la dueña de la casa, departamento o habitación?
─Está dormida ─mientes con el mismo tonito de autómata─, ¿en qué le pueda ayudar?
─Mire usted, señora señorita adolescente o niña, le estoy marcando de la compañÃa Royal Prestige para ofrecerle una promoción: ¿no le gustarÃa pasar siguientes vacaciones acá en la ciudad de Miami?
Pones tu cara de sale byeee:
─Claro, claro ─dices con tu tonito de â??sÃ, güeee, â??oritita corriendoâ?─, yo encantadÃsima, nomás dÃgame a quién debo matar.
─SÃ, mire, señora señorita adolescente o niña, como una oferta especial le venimos ofreciendo esta promoción para que usted no pague más. Se va a llevar un juego de ollas nuevas con las que podrá preparar unos ricos frijolitos en pudÃn, o en flan con rompope, o con carne tártara y uno que otro cisticerco…
─Ah. Gracias, pero no me interesa.
─ SÃ, mire, señora señorita adolescente o niña, pues deberÃa interesarle porque, si no nos compra algo nuevo en los próximos treinta segundos, Royal Prestige enviará al jurÃdico su cuenta vencida. No ha abonado nada en los últimos treinta meses, y su pagaré está firmado por cincuenta mil pesos.
─¿Qué??? ¿Y yo dónde voy a sacar esa cantidad?
─No, mire, señora señorita adolescente o niña, basta con que realice el pago mÃnimo de cincuenta pesos con ochenta centavos.
… y tú te quedas con las ganas de decirle: aaash, ¿para eso joden tanto??? Cuelgas el teléfono y avientas el aparato atinándole a la foto de Ravi Shankar que tienes en tu altarcito lleno de cuarzos de colores quesque para transmutar tu pinche mal genio…
¡Recuerden que cualquier parecido con la realidad es porque le pasó al primo de un amigo del vecino de mi perro, OK!!! Atte con queso,
Jéssica Montaño de Juárez â??Gina Halliwellâ?
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