Digámoslo como es, la serie de amenazas y el temor entre el gremio de los maestros en el estado de Guerrero es algo que cunde la tranquilidad del sector educativo de un estado, lo que se traduce en una situación que permea a tantos otros elementos de la sociedad como lo es el infantil y claro, el familiar.
Eso se llama sencillamente terrorismo. Y tememos tanto a la palabra ya que después de comenzar a ver varios (no es el primer caso ni el segundo, ya son muchos) de extorsión a un sector en una zona determinada (lecheros en la comarca lagunera o por ejemplo empresarios en Monterrey) son muestras de que el crimen organizado esta chupando como sanguijuelas de la sociedad recursos que no puede obtener de otra manera puesto que todas sus actividades son ilícitas y claro, cada vez quieren más.
El reclamo de los maestros en guerrero es tan legítimo que tienen al sector educativo en vilo, aunque ha habido reuniones garantizando la seguridad, nadie le cree al actual gobernador del PRD.
¿Qué sigue? ¿vacio de poder?