Leyendo sobre la reforma judicial que he mencionado aquí un par de ocasiones, puedo reflexionar que tipo de país es el que parece se esta cuajando.
Se esta armando con las bases de las reformas un país que necesitara revisar y adecuar de nuevo, dentro de un lustro.
La reforma al ISSSTE aunque se clave que es la salvación para el instituto, es un poco de oxigeno, hay mas de 600 mil amparos interpuestos por trabajadores para que no se les aplique y que, hay que revisar caso por caso.
Esta reforma en menos de una década tiene que írsele haciendo ajustes para los trabajadores que este aplicándoseles, tengan oportunidad de que sus casos sean vistos.
La reforma electoral, aunque viene ya con el aval de los tres principales partidos políticos que se han encargado de manosear al instituto lo que se les ha antojado, ya esta siendo descalificado por el “Mesías” de López Obrador.
Basta de ese protagonismo que en nada ayuda al país.
La reforma hacendaría que si bien fue en demasía concensuada, platicada y negociada, ahora esta enfrentando 6 mil amparos de parte de empresarios y claro, el repudio de muchos otros que ven como triunfo el no se le de recursos al país para ir enfrentando los retos que se están presentando.
Se habla ya de la energética y ha sido aprobada en comisiones la judicial.
La energética jamás me cansare en decir que es solo para PEMEX, me encantaría que tocaran temas como la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, así como sanear la Comisión Federal de electricidad, ver el proyecto de apoyo para biocombustibles, apoyo a productores de energía renovable a pequeña escala, etc.
Solo la manosean creyendo que asociación, es privatización en PEMEX.
De 10 litros de gasolina, importamos 4 y quizá pronto 6.
Y ya la reforma judicial que fue aprobada y que viene noslleva a preguntarnos, ¿necesitamos llegar a ello?
Se los digo ya que mas que solucionar problemas de rezagos en los tribunales, permitirá la oralidad de ciertos juicios (claaaro, no todos, digo, así no se puede atender uno de homicidio culposo sin los debidos peritajes) lo que destrabara muchos juzgados, pero no otorga al poder judicial de la federación de un presupuesto mínimo para el trabajo y con ello diseñar planes y programas.
Cada año la Suprema Corte de Justicia de la Nación esta armando su presupuesto, cuando los diputados lo revisan siempre le rasuran y sale menos de lo que se esperaba.
Y en un sexenio donde el combate al crimen organizado pide recursos, pues los jueces y ministerios públicos también están recibiendo tiros y siendo muertos.
Un porcentaje del Producto Interno Bruto seria la solución, pero nadie lo ve así.
De ese libro blanco que entregara uno de los magistrados mas polémicos que hay en la suprema corte de justicia, Genaro Góngora Pimentel, lo diseñó y ahora no queda casi nada.
Si, este país esta siendo construido no para el futuro, sino para pasado mañana y lo peor de todo, es que nadie quiere darse cuenta y peor, parece se hiciera algo malo buscando arreglar las cosas vía reformas estructurales.
De ahí mucho de lo poco en el trabajo legislativo.
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