Personalmente cuando leo preclaridad absoluta en el habla de una persona, me merece mi más absoluto respeto.
Y cuando esta claridad no solo es en el habla sino en la forma de hacer negocios y que, funciona en la toma de decisiones, simplemente puedo decir que esa es una forma de vida.
Mr. Paul Polman Chief Executive Officer (CEO) de Unilever (quien llegara el año pasado a sustituir a Patrick Cescau al frente de todo el grupo a nivel mundial) , grupo que tiene en su haber productos alimenticios, complementos energéticos, de higiene personal y claro esta, para el hogar, citando solo como ejemplo el jabón Dove; el condimento Knorr; el desodorante Rexona o el atole Maizena, con ventas superiores a los 200 mil millones de dólares en todo el mundo; acaba de anunciar que este año sus previsiones de crecimiento “NO EXISTEN”.
Si usted como Yo, no entendió, la junta de accionistas que estaban con Paul Polman, tampoco entendieron y le preguntaron “¿como dijo?”, a lo que Paul Polman respondió, “no hay cálculos de crecimiento ya que (y esta es la joya de la claridad económica del mundo) en una situación tan cambiante como la que se vive en el mundo, cambiar cifras de proyección a crecimiento, cada mes, es absurdo”.
Todos convinieron, se aseguraron de que habrá crecimiento, pero se desconoce en que porcentaje, además de que a puerta cerrada se supo que la decisión también es para no dar una cifra que pudiera parecer baja y, eso depreciara las acciones del grupo o que fuera un crecimiento porcentual mínimo al del año anterior y depreciara las acciones; los mercados están demasiado “sensibles”.
Así que no solo fue una gran claridad al hablar sino también al pensar y, actuar en la economía de los negocios, ¿no lo creen?
Aun así, las acciones bajaron un 6 por ciento a nivel mundial, imaginen, lo que habría ocurrido de no hacerse de esta forma.