Todo se percibía bien hasta en tanto se indagara en la organización de dicho examen. En la investigación periodística al respecto, aprendimos que el contrato para la elaboración del software para la aplicación de dicha evaluación, así como la renta de equipos de cómputo portátiles, el armado de la infraestructura tecnológica y hasta la búsqueda de las sedes para aplicación del mismo se firmó por asignación directa a la empresa Theos, propiedad del empresario Raúl Pinto. El contrato millonario que derivó de dicha aplicación de examen se firmó posterior a la fecha de aplicación de la evaluación, y sin tomar en cuenta que habría en México otras empresas con capacidad de sacar adelante un proyecto de la misma magnitud en costos competitivos o menores que el contratado. El presunto fraude autorizado por el Dr. Lezana sería preludio de los errores que podría cometer el Dr. Córdova en la administración pública. Demasiados intereses, sin embargo, previnieron que se divulgara esta información.
Hoy, a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Doctor Córdova Villalobos demuestra su falta de criterio o bien su exceso de arrogancia al manipular los procesos educativos en el país en los niveles básicos para inflar las estadísticas de percepción de nivel educativo en México, dejando un claro “buen trabajo realizado” en la dependencia, no obstante la repercusión negativa que en la competitividad y capacidad educativa esto tendrá en el país.
Y es precisamente con el nombre de Acuerdo 648 que Códova daña a la educación y al futuro de México irremediablemente. No se necesita ser un experto en educación para entender que si bien la SEP maquilla el acuerdo como un cúmulo de acciones que pretenden garantizar la igualdad de oportunidades y elevar la calidad educativa, el resultado final sí será una mayor tasa de aprobación y promoción de los alumnos, sin embargo a costa de la calidad educativa en cada uno de los grados, desde los niveles de preescolar hasta tercero de secundaria. Sí, es un hecho, puesto que entre los puntos a destacar de dicho acuerdo están el no existir la necesidad de sujetarse a exámenes de aprovechamiento o de conocimientos, o bien una evaluación de nivel de madurez en los 3 primeros grados de preescolar y en los 3 iniciales de la educación primaria, esto para ser promovido al siguiente grado escolar. Tal cual, por el simple hecho de haber cursado cualquier grado, de primero de preescolar a tercero de primaria, el alumno tiene un pase automático” al siguiente grado escolar. No más esfuerzo por aprender, no más asistencias, no más calidad educativa durante 6 años del educando, pues ya no es necesario. La mediocridad, la falta de capacidad, la inmadurez para seguir adelante dejan de ser elementos reprobatorios.
Así mismo, el acuerdo que firmó José Córdova Villalobos explica cómo es posible seguir adelante en la educación primaria y secundaria a partir de cuarto grado y ser promovido, incluso con materias reprobadas de los ciclos anteriores. Una tristeza para el futuro del país. Sigue el acuerdo con otros absurdos, que sin embargo llenan de paja al mamotreto con acciones que no tienen ningún beneficio en pro de la educación en México. Se implementa en México una Cartilla de Educación Básica que redunda con la documentación oficial que se usa desde que entran los niños al sistema escolarizado y que obtiene con cada grado y fase educativa aprobada. También establece un nuevo criterio de evaluación basado en letras, A, B, C y D que sustituyen y sin embargo derivan del sistema decimal de calificación, cuya finalidad nueva es disfrazar calificaciones bajas, como un 8 y un 6 y elevarlos a un nivel de percepción 1 punto arriba del real.
Con acciones como esta, el Dr. Córdova demuestra su compromiso consigo mismo, con su imagen y al parecer sin interesarle el impacto social de sus acciones.
Y ustedes, ¿qué opinan?
Carlos A. Bazán-Canabal – Comunicador en Medios Sociales. Primer blogger en México con México Alternativo (1997). #SocialMedia #Blogging #Tecnología #Noticias – Empresario y conferencista