En sesión solemne, Nicolás Sarkozy fue invitado a utilizar la tribuna de orador en el senado de la república.
En mas de una ocasión ya voces se habían escuchado acerca de lo que le platique hace doce horas, el extraño caso de Florence Cassez, la ciudadana francesa que fue aprendida y encerrada ya enjuiciada y claro está, sentenciada por el delito de secuestro en nuestro país pero con curiosidades del caso, que hacen tener una duda razonable sobre su culpabilidad.
Bien, pues ante todo, Nicolás Sarkozy lo señalo y muy bien, Florence Cassez no será motivo para que México y Francia se distancien.
El pronunciarse por el respeto a las instituciones mexicanas de parte del presidente Sarkozy, le gana el respeto que le debemos tener a todo aquel que lo hace, que entiende donde llega la jerarquía de su influencia o poder, que entiende que fuera de su área de acción, aun por muy presidente de la Quinta República y de donde nos llega tanta cultura educación etc. a México, hay formas, lugares e instancias que se respetan.
Ojala algunos con ínfulas de grandeza (y sí, me refiero a López Obrador y comitiva) puedan aprender un poco.
Florence Cassez como ciudadana francesa, tendrá apoyo consular y aunque muchos mexicanos deseen se quede a purgar sus 65 años de prisión (ya le habían sentenciado más de 90, pero en revisión de caso se disminuyo a 65), ella aun puede solicitar a las autoridades de su país y las de mexica, que se aplique en su caso el Tratado de Estrasburgo, que es un acuerdo firmado por México con el cual purgaría su pena en Francia.
Claro, allá (en Europa) hay atenuantes que ni en sueños podríamos tener nosotros aquí en México por el grado de educación de nuestras autoridades, allá en Europa, la prisión no rebaza los 13 años y si hay sistemas de readaptación social, cuestión que en México solamente (y lo digo con vergüenza) podemos imaginar o añorar.
No me sorprende, siempre estás al día, y quería saber al respecto del tema que se comento el fin de semana pasado.
Como siempre nos mantienes al día, gracias!